En el saludo inicial, la moderadora dijo que “como pueblo católico chileno nos hemos reunido a lo largo y ancho de nuestro territorio nacional para hacer adoración ante Jesús Sacramentado. Nos unimos gozosos pidiendo a María Santísima que nos asista en este día de adoración y oración por los grandes desafíos de nuestro país que pronto debemos asumir, especialmente en la elaboración de la nueva Constitución para nuestro Chile”.

Por su parte el padre Juan Aros Fica, administrador parroquial de la parroquia María Reina de Los Mártires, presidió el momento y pidió en su oración perseverancia y el fortalecimiento constante de la fe para que los creyentes siempre permanezcan junto al Hijo de Dios, y que en nuestro país haya siempre esperanza, que en medio de esta pandemia salga lo mejor del ser humano “desde el corazón de Dios, desde el amor de Dios, y que seamos capaces de ayudarnos los unos a los otros”.

“Señor Jesús, hoy nuestra patria se presenta ante ti sabiendo que nos llamas y nos amas tal como somos. Con esta fe hecha de escucha contemplativa que hoy estamos viviendo como nación sabremos iluminar nuestras vidas, sabremos iluminar nuestro caminar, y los diversos sectores de la vida social y familiar. Tú eres la esperanza de nuestro Chile”, agregó el sacerdote diocesano.

Continuó su plegaria, invocando la ayuda de Jesucristo para que “tu Iglesia misionera sea una iglesia comprometida con la vida de hoy y de cada chileno, que meditando y amando tu Palabra para transformarla en vida y comunicarla a todos los hermanos. Que, como iglesia y discípulos misioneros, llevemos a Dios a todos los rincones de nuestra patria, para que se impregne el amor del Padre en las leyes, esté presente en las escuelas, y fundamentalmente en el hogar, y como lo estamos pidiendo en esta hora, tu amor Señor se haga presente en los desafíos de la construcción de nuestra Carta Fundamental".

También, en este momento de oración, de encuentro íntimo y comunitario con Cristo Eucaristía, hubo plegaria para que el país permanezca en la paz y para que las ideas centrales de la nueva Carta Magna iluminen y contengan valores como la solidaridad, la inclusión y la justicia social, además de la tolerancia y el respeto por las naturales diferencias que todo ser humano puede expresar frente a sus semejantes.

La oración también incluyó que, al finalizar este proceso complejo, los resultados de la nueva Constitución para nuestra patria puedan verdaderamente interpretar los deseos y necesidades de los habitantes de Chile en las siguientes décadas, que los cristianos católicos y todas las iglesias, puedan continuar ejerciendo libremente el derecho a ser testimonios activos de la fe en Cristo, el Señor.