Luego del saludo a la asamblea que participó vía remota desde distintas partes del país, y bajo el lema “Ven Espíritu Santo, ábrenos al corazón del Padre para una nueva fraternidad”, se inició la celebración de la novena en honor al Espíritu Santo con la lectura “Mi padre trabaja siempre y yo también trabajo” (Jn 5, 15s).

Inmediatamente después fue leída la monición reflexiva de la importancia del trabajo y lo que significa para la familia y la sociedad el perder la fuente laboral, especialmente en esta realidad y en medio de este contexto de pandemia que nos encontramos viviendo, por ello la invitación a hacer oración junto a San José, Patrono de la Iglesia Universal, para que a nadie le falte trabajo digno que cada hogar merece.

De este modo, se inició el Banquete Eucarístico que presidió el Padre Jorge Gómez Villegas, párroco de la comunidad dedicada a San Sebastián y Vicario Pastoral de la Diócesis de Osorno, quien expresó la alegría de poder participar y “estar al frente de esta celebración de la Novena durante esta tarde y queremos presentarnos ante Dios con la Sagrada Eucaristía, siempre con mucha humildad invocando al Señor, reconociendo que somos pecadores, pero sobre todo reconociendo el amor misericordioso del Padre en nuestras vidas”.

“Para nosotros, este día, además de la novena al Espíritu Santo, por ser día 20 del mes, recordamos a nuestro patrono”, dijo el padre e invitó a los fieles a dar gracias por el testimonio de San Sebastián y de San José, “a quien también invocamos en la Novena”.

En su mensaje, el religioso de la Preciosa Sangre dijo que el Espíritu Santo va realizando en nosotros unidad, “repartiendo diversos dones que son recibidos en cada uno, de acuerdo con la vida que cada uno tiene, a la vocación que también Dios ha sembrado en el corazón, pero que al ponerlo en práctica vamos todos apoyando, realizando esta labor de construir el Reino de Dios en unidad”.

Esta oración que Jesús eleva al Padre, “la conocida oración sacerdotal que hemos venido reflexionando todos estos días, hoy pone en el centro esta plegaria de Jesús a su padre: que sean uno como nosotros somos uno, y de esta manera vamos a dar testimonio de este amor tan grande de Dios hacia nosotros”.

“Siento también que es una plegaria que nos hace mucho bien como chilenos. Muchas veces hemos sido testigos de diversas divisiones en nuestro país, y el trabajo de la unidad se pone muy complejo, muy difícil, incluso al interior de nuestra Iglesia también. Tenemos que ser muy sinceros con nosotros mismos para continuar orando al Señor en la necesidad de sanación de nuestros corazones, en la necesidad de sanación en nuestro ser de Iglesia. Hoy en medio de una crisis sanitaria pareciera que nos olvidamos que, como Iglesia hemos ido pasando por una crisis muy grande, muy fuerte y entonces es mejor siempre que en frente tengamos la verdad y reconozcamos lo que somos, nuestros errores como Iglesia que nos lleva a diversas situaciones negativas”, añadió el padre Jorge.

Hoy, agregó, “rogando al Espíritu Santo pedimos ese perdón y esa unidad entre nosotros, de ser más transparentes, de ser más cuidadosos unos con otros, y ahí hay muchos temas en los que podemos crecer, y dentro de esta Novena entonces incluimos esa oración para que el Señor a su Iglesia, a nuestra Iglesia chilena y a nuestra Patria, regale este don de la nueva fraternidad conforme al Evangelio que hoy hemos proclamado”.

Al finalizar su homilía, el padre Jorge Gómez invitó a la asamblea a rogar a San José y a San Sebastian, dos grandes intercesores, “para que el Señor renueve en nosotros la presencia del Espíritu Santo Como bautizados hemos recibido esta efusión y hoy en la espera de Pentecostés 2021, imploramos al Padre, a Jesús, al Espíritu Santo para que la tercera persona de la Santísima Trinidad venga y renueve su acción en nosotros, en cada uno, en nuestra Iglesia y en nuestro Chile”.