Con la fiesta del Banquete Eucarístico, que fue concelebrado por el Vicario General de la Diócesis de Osorno, padre Cristián Cárdenas Aguilar y el padre Williams San Martín Bello, el Presbítero Francisco Triviño Andrade, quien presidió la Santa Misa, asumió su nueva misión despues de haber realizado su profesión de fidelidad a la Iglesia en el servicio que se le enconmendó.

Durante la celebración, en que también acompañó el diácono Julio Jara, se realizaron dos importantes signos: primero se le entregó las llaves del templo para que el sacerdote procure siempre abrir las puertas para que la comunidad pueda ingresar a la parroquia. Segundo, se le confió el Sagrario, para que “custodie este lugar, el tesoro de la comunidad, el tesoro de todos los cristianos; la presencia Sacramental de Cristo, que envía a la comunidad a alabar al Señor en el silencio y en el canto comunitario”, leyó el padre Cristian.

En su homilía, el Administrador Parroquial del templo Jesús Obrero, agradeció a Dios por permitir que después de más de un año sin festejar la eucaristía de manera presencial, “precisamente hoy estamos con todos ustedes celebrando en el templo, cómo no agradecer al Señor por comenzar a volver a esta normalidad, no solo con lo que ha ocurrido en el mundo, sino también por permitir este avance en la vida personal, en la familia, y poder nuevamente vivir el encuentro con el Dios de la Vida de este modo”.

Por su parte, el padre Cristian Cárdenas, instó a la comunidad a siempre pedir por los sacerdotes, a acompañarlos en el trabajo pastoral.