El sacerdote diocesano, entre la segunda lectura y el Evangelio, a nombre del obispo Jorge Concha Cayuqueo presentó al matrimonio que, por motivos de trabajo, desde Santiago llegó a Osorno y se puso a disposición de nuestra Iglesia diocesana para servir a la porción del Pueblo de Dios que peregrina en la Kolbe especialmente, después de haber participado por casi un mes en la celebración dominical en la parroquia Sagrado Corazón.

Así lo dijo el diácono, quien agradeció al padre Juan y se mostró feliz “de estar en este lugar, y poder llevar a cabo el servicio que el Señor nos ha encomendado junto a Isabel como matrimonio, para seguir dando lo que el Señor siempre entrega gratuitamente: amor a los demás y esa es nuestra misión como esposos: transmitir el amor de Cristo, compartir nuestra vida con ustedes. Aquí estamos a plena disposición de todos”.

Su esposa, Isabel también agradeció “a esta ciudad que nos ha recibido con tanto cariño. Solo confiados en el Señor que nos trajo hasta acá, a servir, porque nuestro lema, el lema de ordenación de Juan Carlos es Amar y Servir. Así es que para eso estamos”.

Por su parte el padre Juan Aros, dijo que “hoy nuestro buen Dios nos regala la presencia de un nuevo diácono. Nos sigue acompañando nuestro querido diácono Juan Durán, y ahora el Señor nos ha bendecido en las personas de Juan Carlos e Isabel”.

“Quiero presentar a la comunidad, en nombre de nuestro obispo Jorge Concha Cayuqueo, al nuevo diácono que nos va a acompañar en nuestra misión y en la tarea pastoral, lo vamos a presentar ahora porque enseguida él empieza con una primera misión muy preciosa, propia de la vocación de diácono como es la Proclamación del Evangelio en la Eucaristía”.

“Bienvenidos a esta su nueva casa”, les dijo el padre Juan Aros y agregó que el primer regalo de parte de la comunidad: Un Cirio encendido y una Estola, “para iniciar este hermoso camino en medio de nosotros. Ustedes han sido una maravillosa bendición total para nuestra parroquia, para nuestra comunidad”.

Inmediatamente después, el presbítero invitó al nuevo diácono a iniciar su servicio con la proclamación del Santo Evangelio, por lo que el recién llegado servidor del Altar se inclinó ante el padre y pidió su bendición, una vez recibida la petición, el diácono inició la lectura de la Palabra del Señor, y con ella su servicio diaconal misionero y evangelizador en la Iglesia diocesana de Osorno, especialmente en la parroquia Reina de Los Mártires y sus doce comunidades del campo.