Los fieles y devotos llegaron hasta el templo, y en cumplimiento de los protocolos y las medidas sanitarias pertinentes, se inició la eucaristía con el rezo dedicado a la primera santa de América y la entrada solemne del padre Américo Vidal, quien presidió la celebración, y el concelebrante, padre Pedro Kliegel.
Al iniciar el Banquete Eucarístico, que fue transmitido a través de la plataforma facebook parroquial, el párroco del templo dedicado a la venerada santa, dio la bienvenida a la asamblea presente y destacó la alegría de poder reunirse en la parroquia para celebrar la fiesta patronal y juntos hacer oración por las distintas intensiones que se presentaron.
En tanto que el padre Pedro fue quien entregó la reflexión del Evangelio, y dijo que Santa Rosa de Lima fue una mujer muy moderna en su tiempo porque sabía lo que buscaba, tenía clara su fe y debido a eso se enfrentó a su familia para que pudieran aceptar lo que ella deseaba realizar en favor del servicio a Dios y a los demás.
Isabel Flores de Oliva, como se llamaba la Santa de América, “aterrizó su vida de forma muy especial, y es la razón por la que pusimos este cuadro de ella, sujeto en dos cadenas”, dijo el sacerdote diocesano, y continuó “es decir ella se encadenó a Dios y se encadenó al Ser Humano, al mundo, porque es en este mundo donde yo tengo que buscar a Dios”.
Santa Rosa fue una mujer moderna, pero prudente, aseguró el padre Pedro, “porque ella encontró un tesoro: al Señor y al Ser Humano”. También explicó que ella se encadenó a Cristo, y debió descubrir cuál era su otra cadena, y así lo hizo, el servicio a los demás. ¿Quién es un santo? es quien descubre el modo de poder servir a Dios, y yo, y cada uno de ustedes tenemos que descubrir cuál es el camino, cuál en nuestra otra cadena”.
“Santo, no es el más piadoso, sino aquél cuya delicia es la voluntad de Dios y la aplico desde donde me desempeño. Dios nos hizo a todos diferentes y por eso los caminos a la santidad son tan distintos y cada camino vale. Nadie es más que otros, todos somos hijos e hijas de Dios. Lo importante es cómo yo tenso mis cadenas en las cuales quiero desarrollar mi vida en este mundo, y mi vida desde el mundo para Dios, esto es el camino de la santidad”, agregó.
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