Los asistentes, junto a unos 20 monitores, entre las 13.00 y las 18.00 horas se encuentran desarrollando esta iniciativa en seis salas, un salón y el templo mismo, donde los “cevitas” expresan sus ideas y talentos en las diversas actividades que se llevan a cabo de acuerdo con las edades en cada nivel.

El objetivo de esta iniciativa, principalmente “es ayudar a los padres de los niños y niñas que participan. Muchos trabajan, muchos no tienen la oportunidad de llevarlos de vacaciones, y nosotros queremos suplir esa necesidad de algún modo”, señaló la coordinadora de la iniciativa Beatriz Aedo.

Para esta oportunidad, los presentes, cuyas edades fluctúan entre los 4 y los 12 años, se contemplan espacios recreativos, artísticos y dinámicos tanto al interior de una sala debidamente ventilada, como al aire libre en el mismo recinto. Algunas de las actividades que se realizarán en los próximos días se considera una jornada acuática para este jueves, mientras que el viernes, los niños y niñas se retirarán una hora antes de lo establecido, para regresar a las 20.00 horas y en presencia de sus padres, presentarán algunos números artísticos que hayan preparado, los cuales se realizará por nivel, con el objetivo de cumplir siempre con el aforo y las medidas sanitarias.

Cabe mencionar que muchos de los llamados “cevitas”, que participan en este CEVAS con previo consentimiento de sus progenitores, son llevados y retirados de la capilla por sus padres o algún familiar, cuyo nombre se encuentra anticipadamente registrado, varios otros son trasladados por los mismos monitores y coordinadores, y algunos, aquellos que viven más cerca, se regresan a sus hogares junto a sus hermanos o hermanas mayores que también participan en este Centro de Vacaciones Solidarias.