Pasadas las 10.00 horas de este domingo 24 de abril, se inició la celebración eucarística que presidió el párroco, padre Adam Lugowski, donde de manera especial la comunidad fiel pidió por la salud de quienes se encuentran aquejados por alguna enfermedad.     

Al iniciar la Santa Misa, el sacerdote, Misionero del Verbo Divino, destacó; “queremos celebrar el domingo de Cuasimodo, porque en este día se visitan los enfermos, y nosotros queremos seguir cultivando esta preocupación para que todos ellos también puedan recibir la comunión sacramental”.

Durante el ofertorio, los cuasimodistas presentaron al Señor la Bandera chilena que ocupan en sus corridas, “la cual representa los colores de la Patria”, y “la Esclavina y pañoleta que el cuasimodista usa en señal de respeto a nuestro Señor”, leyó el moderador. También pusieron a los pies del Altar “el Pan y el vino que se lleva a los enfermos, y la Biblia que contiene la Palabra de aliento y esperanza para quienes están sin salud”.

Al momento de la Consagración, antes del canto tradicional, una integrante del movimiento, a viva voz clamó: “¡Santo, Santo, Santo! ¡Señor Dios del Universo, el cielo y la tierra están llenos de la Majestad de su Gloria!”.

Al finalizar el Banquete Eucarístico, los cuasimodistas, junto a la comunidad y al padre Adam, iniciaron su corrida, solo en vehículos debido a la lluvia. En esta oportunidad, con todas las medidas sanitarias, visitaron sólo a 14 enfermos, niños y adultos, hombres y mujeres de las poblaciones: La Cumbre, Paula Jaraquemada y en Lololhue.

Cabe destacar, que durante su homilía el padre Adam resaltó este domingo de la Fiesta de la Divina Misericordia, y dijo que “tiene un significado especial porque también festejamos este gran misterio, donde celebramos y profundizamos que Dios es todo poderoso, pero que a la vez está lleno de misericordia, sus entrañas están llenas de misericordia abierta para nosotros”.

Relató la revelación que Jesús hizo a Santa Faustina Kowalska: “Él le decía que le da pena que mucha gente no aprovecha lo que Él nos regaló; este remedio que nos dio muriendo y resucitando. Estas revelaciones, que datan desde el 1931 están bien documentadas, por tanto el Señor ahí pidió que se haga la fiesta a su Divina Misericordia. ¿Qué día? El segundo domingo de Pascua”.

“¿Qué ocurre en este día?”, preguntó el padre, y explicó que “en la tarde, cuando los discípulos están tan confundidos, y a pesar de las puertas cerradas, se aparece Jesús entre ellos, y sus primeras palabras, después de la Resurrección fueron: ´La paz esté con ustedes´. Él sabía lo que a ellos les faltaba y lo que nos falta a nosotros: la paz, vivir en la paz. Cuando descansas en el Señor, la paz está en tu corazón”.

Entonces, aseguró: “Jesús dice la ´paz esté con ustedes´, la paz a pesar de que me han visto muerto, que me han visto que sufrí tanto, aunque están en profunda tristeza, la paz esté con ustedes. Y siglos después se aparece a Santa Faustina, entonces Jesús anuncia la gran misericordia que Dios tiene hacia cada uno de nosotros, y pide: que los pobres pecadores se acerquen al tribunal de mi misericordia, que es el Sacramento de la Reconciliación”.