Durante su homilía, junto con la reflexión de la Palabra del Señor, el padre Adam señaló que “nosotros también en nuestra vida caminamos por un sendero que Dios nos regala, y en este caminar tenemos etapas, por eso es un proceso continuo de la conversión, y en este peregrinar nos pasa algo parecido a los apóstoles: experimentamos momentos dolorosos y después recibimos la alegría de Cristo Jesús”.
El religioso del Verbo Divino, quien fue trasladado a Villa Alemana, en Santiago, señaló que leyó “este evangelio con mucho interés para ver qué me dice el Señor en este domingo, y me identifiqué con Pedro, no porque fuera santo, sino porque mostró el proceso de un hombre pecador”.
También dijo que le tocó mucho la palabra “sígueme, porque toda mi experiencia de sacerdote, casi entera, yo la tengo acá, en esta parroquia. Antes en Polonia, después de mi ordenación estuve solo tres meses en mi país, y me vine a Chile, donde llevo 16 años, 14 de ellos en esta parroquia dedicada al Espíritu Santo”.
Y aseguró que prácticamente “el sacerdocio y ver qué significa actuar como sacerdote, toda mi experiencia, toda mi misión, la imagen de la Iglesia, de fe, la mayor parte está vinculada con esta comunidad, en la cual, tal como Pedro he andado por el camino que el Señor me dio, y hoy, dejo una parte de mi vida acá”.
“Una etapa de mi vida en la cual también siento mucha gratitud a cado uno de ustedes porque caminamos juntos, incluso en los tiempos difíciles que nos tocó, por estas circunstancias que todos conocemos”, señaló y recordó que cuando llegó a fines del 2008 con tanto entusiasmo, pronto se vino fuerte el tema de los abusos en la Iglesia, después todo el conflicto de Karadima, luego el Estallido Social y la pandemia.
“Toto esto hemos pasado juntos”, añadió, y aseveró que “por eso esta etapa en mi vida es muy significativa y por eso estoy muy agradecido con cada uno de ustedes, y les deseo a todos que Cristo Jesús, reine nuestro corazones”.
También la comunidad despidió al padre Adam con agradecimiento y alegría por el trabajo compartido de todo este tiempo, y el haber construido juntos lo que hoy también los fieles pueden disfrutar: la construcción del sentido de comunidad, y la edificación de las capillas y el templo parroquial.
Al finalizar la Santa Misa, que fue concelebrada por el padre Aures da Silva, misionero del verbo Divino, y vicario parroquial de la Parroquia Espíritu Santo, y el padre Bernardo Werth, hubo un compartir fraterno donde los fieles expresaron su sentir y compartieron la mesa.
Cabe señalar que este martes 3 de mayo, el padre Adam también se despidió del personar consagrado de la Diócesis de Osorno, que junto al obispo Jorge Concha Cayuqueo, agradecidos, y contentos por toda la entrega del religioso, lo bendijeron y lo despidieron con un fuerte aplauso.
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