Llegó a la Iglesia osornina el 5 de noviembre de 1964 como hermano religioso, para la misión en Quilacahuín, en respuesta al llamado del Obispo Francisco Valdés para colaborar con las misiones que ya estaban realizando los sacerdotes holandeses de la Orden de los Frailes Menores Capuchinos.

Allí, los misioneros edificaron un hospital con 12 camas, una escuela agrícola, un internado para 160 alumnos, donde el hermano Gerardo donó años importantes de su vida al servicio evangelizador también como profesor del entonces “Colegio Forestal Quilacahuín”. En esta comunidad los hermanos penitentes estuvieron desde 1967 a 1996 presidiendo la labor misionera.

Con los años el hermano Gerardo recibió su ordenación sacerdotal, y fue destinado a la parroquia Jesús Obrero en Rahue Alto, y junto al Hermano Eduardo van Unen, integrante de la Congregación de Hermanos de San José, trabajó arduamente en la creación de talleres de artesanías, un comedor parroquial para las personas más vulnerables del sector y el costo material para la catequesis.

Su misión y su trabajo evangelizador también quedó plasmado en la concreción de la sede parroquial, la capilla Santa Clara, la casa y el templo parroquial actual, y el trabajo con adultos mayores, pacientes de SIDA y madres adolescentes. En noviembre de 2014, celebró sus 50 años de misión, donde obtuvo el reconocimiento de autoridades de Salud y Educación.

El próximo viernes 29 de julio será el funeral de hermano Gerardo en Holanda.