Desde distintos sectores de la Diócesis de Osorno llegaron los encargados de comunicaciones de las comunidades parroquiales, movimientos y pastorales que mes a mes se reúnen con el objetivo de unificar criterios, optimizar y fortalecer la entrega de las informaciones, los medios de comunicación diocesanos, aprender juntos y compartir en fraternidad.   

En la ocasión, la jornada se inició con un momento de oración que entregó el párroco de la parroquia Jesús Obrero, padre Francisco Triviño, e inmediatamente después, junto a la mesa del compartir, los comunicadores escucharon atentos la reseña histórica con que Adriana Manríquez, comunicadora de dicha comunidad, presentó el quehacer evangélico y pastoral que realizan los fieles junto al sacerdote diocesano que los guía y acompaña.   

Después de la dinámica, a cargo de Isabel Ávila, perteneciente a la parroquia Reina de Los Mártires, los comunicadores participaron del espacio de formación donde mostraron gran interés, expresaron sus inquietudes y sus dudas, además de entregar sus valiosos aportes y disponerse a colaborar en la mayor optimización de las comunicaciones diocesanas.

Por su parte, el presbítero, en su mensaje encargados de comunicar las celebraciones y actividades de sus comunidades parroquiales, dijo que “desde que nos creó Dios, nos dio la posibilidad de comunicar, de hablar, de dialogar, de transmitir, y de alguna manera estas jornadas que han tenido ustedes son para eso, no solamente para la foto, sino que esa fotografía tenga sentido, que transmita lo que acontece en nuestra pastoral, en nuestra Iglesia”.

Explicó: “Igual que con el testimonio de vida, muchas veces, más que las palabras, es dar testimonio con el ejemplo, y eso lo hemos ido perdiendo, y aquí en el texto de hoy, (Lc 9, 28-36) en esta fiesta importante de la Transfiguración del Señor, nos dice, nos comunica eso, y los discípulos, que guardaron este acontecimiento, cuánta alegría sintieron ellos y los que les escucharon, al momento que Santiago, Pedro y Juan, lo pudieron transmitir”.

“Aquí se unió, lo antiguo y lo nuevo, el Antiguo Testamento y el Nuevo Testamento para revelarnos una verdad: que el camino de nosotros, al ser comunicador, anunciador, evangelizador, al ser misionero tenemos que transmitir esta alegría al Pueblo de Dios. Y por eso ser comunicador, es transmitir la alegría y la esperanza de nuestra fe en Jesucristo, el Señor”, explicó el padre.

Añadió también que “el mensaje de Jesús siempre va a ser actual, siempre va a ser presente en medio de nosotros, y por eso unir lo antiguo y lo nuevo es fundamental en la vida de la Iglesia. Cuando vamos a nuestros templos, vemos en unos más que en otros, muchos adultos mayores, pero cómo también integrar a esos hermanos que tienen muchas cosas tan hermosas para transmitir, que nos pueden enseñar el camino de la fe, porque han dado testimonio con sus vidas”.

Luego de esta afirmación, el sacerdote diocesano también relató la experiencia, el testimonio de vida de una mujer adulta mayor en su lecho de muerte, y la de un niño de siete años que, con su oración silenciosa y perseverante al Señor, va mostrando sanación en su enfermedad. “Por eso este encuentro con Elías y Moisés, que tiene Jesús, y que nos lo devela a través de su Palabra nos invitan a mirar el futuro con optimismo, a no ser y no caer en el pesimismo grande que nos enseña la sociedad, porque este Evangelio de hoy, nos da a nosotros los sacerdotes, y a ustedes, el poder comunicar siempre con esperanza, con alegría, porque luego eso que nos da esperanza, se convierte en un hecho, y en una actitud nueva”.

Antes de finalizar este cuarto encuentro de comunicadores diocesanos, se recordó a los presentes que la próxima jornada se llevará a cabo en la parroquia San Sebastián de Purranque el sábado 10 de septiembre.