A las 10.30 horas se inició la fiesta del Banquete Eucarístico en la que la asamblea, en actitud silenciosa y orante, escuchó atenta la Palabra del Señor y la homilía, para luego participar también en el momento de la Oración Universal y recibir al Señor Eucaristía.

En la celebración, que fue concelebrada por el Vicario General, padre Cristian Cárdenas Aguilar, estuvieron presentes el director provincial de Educación, Giovanni Aravena y el Suboficial Mayor de Carabineros Juan Baima, Encargado de la Oficina Comunitaria de la Primera Comisaría de Osorno, además del coordinador del Albergue, Oscar Moyán.

Cabe mencionar que este albergue fue implementado como medida de emergencia y protección a personas en situación de calle, debido a la pandemia sanitaria que aún se vive en el país, y si bien funciona en la Casa Pastoral de la Iglesia osornina, “está a cargo del Ministerio de Desarrollo Social, y lo ejecuta la Delegación Presidencial Provincial de Osorno”, explicó el coordinador.

Por su parte, el obispo Jorge dijo que “con esta misa estamos dando gracias al Señor, por esta obra en específico, por lo que se está realizando en este lugar y por las personas que están involucradas también. Cuando agradecemos a Dios, más que por una obra etérea, es por las personas en concreto, por los que residen aquí en este caso, los que están realizando esta obra, los que están sirviendo de distinta manera, también por los que han pensado en este servicio. Todos ellos, y ustedes son nuestra acción de gracia en esta celebración”.

Señaló además que como en cada misa, en cada liturgia, “que celebramos, nos dejamos iluminar por la Palabra de Dios”, y destacó la lectura (Sant 2, 14-26) y el Evangelio (Lc 10, 25-37) que fueron proclamadas para la ocasión, y explicó que la primera lectura “nos dice que la fe tiene que ir acompañada de obras, no hay fe sin obras. Santiago, que escribió el texto que escuchamos dirá también que cuando no practicamos obras somos unos mentirosos”.

“La fe tiene que ser acompañada con obra, así nosotros demostramos nuestra fe. Las obras también son gestos, a veces simples: de respeto, el saludo, la ayuda, la solidaridad, y pueden también ser obras más grandes”, añadió.

Se refirió además al texto del Evangelio “que escuchamos: la parábola del Buen Samaritano, Jesús nos invita a no pasar de largo. Varios pasaron de largo cuando vieron a uno que había sido víctima de un asalto. No tenemos que pasar de largo cuando hay alguien caído, eso nos está diciendo el Señor, y puede ser alguien caído víctima de un asalto o puede ser víctima de otras caídas también:  el alcohol, la droga, tantas desgracias, la tristeza, la depresión, el abandono, en fin, de tantas formas que podemos estar caídos en la vida”.

“Esos son los textos que hemos escuchado, que son muy iluminadores y hermosos, y que tienen que darle fuerza a toda obra buena que hay en nosotros. Ahora, aquí también hay autoridades, y le damos gracias, y están los residentes de este lugar, están los que atienden aquí también, entonces estos textos deben ser fuerza para todo servicio de toda autoridad, y de todos los que, de una u otra manera también sirven y servimos a los demás”, concluyó el obispo Jorge.