Hasta la capilla lateral de la Catedral San Mateo Apóstol llegaron los grupos de damas de distintos colores que prestan un valioso servicio en las diferentes áreas del recinto hospitalario: Damas de Blanco, enfocadas al área de medicina; Damas de Calipso, quienes ayudan en el área de cirugía; Damas de Rosado, enfocadas al área de Traumatología; Damas de Rojo, dedicadas a ayudar en el área de apoyo familiar, Damas de Verde que colaboran con los pacientes de oncología.

En la oportunidad, también llegaron, para celebrar este cuarto aniversario en torno al Altar del Banquete Eucarístico. las celebradas Damas de Celeste, quienes desde su creación, el 15 de agosto del 2018, desempeñan con dedicación una importante labor de apoyo espiritual entre los enfermos.

Al iniciar la Santa Misa, el padre Cristian invitó a la asamblea a agradecer a Cristo por “el llamado, la vocación y el servicio que ha puesto en cada una de ustedes, y le pedimos nos dé siempre las herramientas necesarias, sobre todo en el corazón, para servir con amor y entrega especialmente a quienes padecen alguna enfermedad”.

En tanto que, en su homilía, el presbítero dijo que en este día “todos hemos sido convocados para encontrarnos en torno a Dios y su Palabra y que interesante, a ustedes que les toca el servicio al enfermo, de apoyarlos, y también por su puesto al personal de salud, justamente la primera lectura (Ex 37, 1-14) nos habla de lo que el Señor recubre la vida de todo ser humano”.

Explicó que esa imagen aquí de “esos huesos secos que se comienzan a juntar, y que se comienzan a recubrir de los tejidos propios del ser humano, nos muestra también cómo nuestra vida en presencia de Dios somos revestidos, y por supuesto que en este servicio que a ustedes les toca es justamente llevar esta sensación, especialmente a los enfermos, quienes, junto con la atención del personal de la salud, y en la presencia de Dios son fortalecidos, reavivados”.

“Ustedes ayudan a eso, a que la persona pueda colocar su vida en las manos de Dios, y en su integridad, no solamente en el proceso que va haciendo la medicina interiormente con el conocimiento que aplican los profesionales, sino que también con lo que va sucediendo a su alrededor, con la atención que le prestan a la persona, con el cuidado, con el cariño que se le dedica”, añadió.

También señaló que desde el Evangelio que se proclamó en la celebración, y el amor a Dios y al prójimo, como respuesta que entregó Jesús a la pregunta que se le hizo, “el Señor nos está diciendo que de todo esto depende nuestra vida, que tengamos presente estos mandamientos, y que todo lo que hacemos sea para gloria de Dios en atención para nuestros hermanos”.

“Mostramos nuestro amor al Padre cada vez que lo manifestamos a los demás. Cada vez que atendemos al necesitado, estamos atendiendo al Señor. Que Él nos de la sensibilidad para poder servir de la mejor manera, como Él quiere y espera de cada uno y de cada una”, agregó el padre Cristian.

El Vicario General de la Diócesis de Osorno, aprovechó la instancia para agradecer al Servicio de Salud, al Hospital Base San José, “que nos permite llevar esta Palabra de Dios y esta esperanza a los demás, y que permite también el servicio del voluntariado que va produciendo las distintas motivaciones y alegría en las diversas áreas del centro hospitalario”.