Hasta el templo llegaron los fieles y devotos de Santa Rosa de Lima para culminar este denominado “mes patronal”, dando gracias a Dios por la primera santa de Latinoamérica, unidos y en comunión con el Señor y entre los hermanos y hermanas en la oración, con música y cantos.

En la celebración, que fue presidida por el párroco, padre Américo Vidal, al momento de la ofrenda, fue presentada la Biblia, “Palabra, Vida y signo de comunicación que es anuncio de la verdad al servicio de la comunidad, que nos lleva a compartir el amor fraterno, haciéndonos comunión y testigo de su resurrección”, leyó la guía.

También fue ofrendado un “par de sandalias, para que superemos nuestra pereza y tengamos los pies ligeros para ir anunciando a Cristo, Camino, Verdad y Vida a todas las personas, de toda raza, lengua o cultura”.

Antes de la bendición final de la eucaristía, concelebrada por el padre Enrique Hernández y el padre Patricio Sánchez, párroco de la parroquia Sagrado Corazón de Jesús, fueron presentadas las Reinas de cada una de las alianzas, en tanto la asamblea presenció la coronación y aplaudió con alegría el momento.  

Por su parte el padre Américo, durante su homilía destacó que todo este mes patronal ha girado en torno a Santa Rosa de Lima, y dio gracias a Dios porque de un pequeño grupo que inició a idear cómo festejar a la Santa Patrona, “comenzaron estas ramas, estos bosques para vivir nuestra Fiesta Patronal como Jesús quiere de sus hijos”.

Resaltó además que centrados en Jesucristo, los agentes pastorales han tenido “una actitud formidable en todas las actividades. Seguramente es que encontramos el tesoro escondido en el campo, como bien nos relata la lectura, porque cuando se tiene a Cristo en el corazón, en la vida, y lo quiere manifestar, lo da todo, sin reservas, sin esperar recompensa”.

“Porque Jesús, hermanos y hermanas es quien mueve nuestra vida; en Él me muevo, en Él existo, en Él vivo, y este tesoro escondido en el fondo es la misma revelación de Dios con nosotros, el Emmanuel que se manifiesta cuando se nos bautizó, por eso nuestra vida siempre debe estar centrada en el Señor, hoy más que nunca, en un mundo insensible, lleno de conflictos”, añadió el presbítero.

Continuó su mensaje: “Nosotros tenemos el privilegio de conocer a Jesús, y Dios nos ha dado este don precioso de la fe, por lo que nos enriquece en nuestra vida espiritual y familiar, y le damos las gracias a nuestro Padre de bondad porque estamos terminando este mes de Santa Rosa con esta eucaristía”.