Presidida por el párroco Padre Jorge Gómez CPPS y en compañía de los diáconos permanentes de esta parroquia, la Acción de Gracias tuvo lugar en dependencias del Colegio Preciosa Sangre, dado los trabajos de reconstrucción en el templo parroquial. “Nos hemos reunido como cada año para dar gracias a Dios por nuestra Patria chilena y también para rogar a Él por nuestro bienestar, por la paz y la unidad”, señaló el religioso.

En este contexto, el Santo Evangelio proclamado en esta celebración, la conocida oración sacerdotal de Jesús en la Última Cena (Juan 17, 14-26), “se reconoce el envío misionero que el Señor Jesús recibe de su Padre”. En este sentido, el párroco expresó que “en nuestro Chile observamos diversas situaciones negativas que ese amor de Dios anunciado por Jesucristo no lo hemos valorado ni puesto en acción entre nosotros”.

También destacó en su homilía “la importantísima participación de los ciudadanos en las recientes elecciones”, señalando que en una eventual propuesta constitucional “la verdad que buscamos puede ser conversada, pero nunca relativizada”. Concretamente “hay temas fundamentales que no deben ser dejados al azar, como la dignidad y el valor de cada ser humano desde su concepción hasta su muerte natural, la importancia de la familia, la igualdad ante la ley, la soberanía del país, la libertad religiosa, entre otros”.

A modo de síntesis, el Padre Jorge expresó que “así como rogamos al Señor por la unidad en las familias, la unidad en la zona de la Araucanía, unidad en el sistema de justicia, en las instituciones educativas, en el sistema de salud, también rogamos por la unidad en las empresas, organizaciones, diversas instituciones públicas y privadas, y por supuesto, de todo nuestro Chile. A la vez que recordamos que el don de Dios requiere siempre la disposición asertiva del corazón humano a sus llamadas y a su voluntad. Junto a Jesús rogamos a Dios: que “el mundo conozca que tú me has enviado y que los has amado a ellos como me has amado a mí”. En este amor de Dios queremos nacer, movernos, vivir y existir.”

Tras el mensaje del religioso de la Preciosa Sangre, la celebración prosiguió con el momento de las ofrendas: el Pabellón Patrio que ofrendó un niño, una canasta de productos de la zona que presentó un matrimonio y una bandeja con pan casero que llevó a los pies del Altar una dueña de casa, e inmediatamente después la comunidad elevó su oración para pedir a Dios por las necesidades de Chile. Destacó la oración realizada en quechua por la Hermana Nelly Quispe, religiosa de la Congregación de la Preciosa Sangre.

Después de la oración del Padre Nuestro, los presentes entonaron solemnemente nuestro Himno Nacional, y la celebración terminó con un esquinazo, con que jóvenes folcloristas purranquinos deleitaron a la asamblea.

Finalmente, el padre Jorge, hizo oración: “Rogamos a María, Nuestra Señora de Carmen, patrona de Chile, significada en la estrella de nuestra bandera, para que interceda por nosotros, por nuestra Patria, y por nuestro Purranque.  ¡Viva Chile!”.

Fuente: Comunicación parroquia San Sebastión