“Queridos hermanos y hermanas, el Miércoles de Cenizas marca el comienzo de la Cuaresma, que es un tiempo para acercarnos más a Dios, nuestro Padre y nuestro Señor. Nos hace bien recordar que somos hijos, y de ahí viene también el hecho de que seamos hermanos.

El humilde elemento ´Ceniza´ que recibimos en nuestra frente, nos recuerda que somos pecadores, algo que debemos reconocer y que debe estar siempre en nuestra conciencia porque el mal, el pecado, nos daña a nosotros mismos, daña nuestra relación con Dios y nuestra relación con los demás, nos aleja de nuestra vocación a la Feliz Comunión. La Cuaresma nos ayuda a combatir el mal que tanto mal nos hace.

El hecho de acercarnos y recibir las Cenizas en nuestra frente, y más aún cuando lo hacemos en comunión, en comunidad, haciendo un camino juntos, dando testimonio ante los demás, es un paso muy positivo, y más que un periodo de tiempo puede significar un paso importante para una verdadera renovación espiritual y comunitaria.

Para que así sea, podemos hacer con el Salmista esta hermosa oración: Oh Dios, crea en mi un corazón puro, renuévame por dentro un espíritu firme, no me alejes de tu rostro, no me quites tu Santo Espíritu, devuélveme la alegría de tu Salvación, afiánzame con tu Espíritu generoso.

Cultivemos, especialmente en este tiempo, queridos hermanos y hermanas, la oración, la escucha o la lectura de la Palabra de Dios, la penitencia, la solidaridad, la reconciliación, y la comunión con el Señor y con los hermanos.

La Cuaresma es un camino en el tiempo hacia el día en que celebraremos la Muerte y Resurrección del Señor Jesús en la Semana Santa, que cuando lleguemos a esa cumbre de nuestra fe seamos más y mejores hijos y más y mejores hermanos.

Que tengan un tiempo provechoso y bendecido por el Señor en esta Cuaresma 2023, que el Señor los bendiga. Su obispo Jorge Concha”.