Hasta la Catedral San Mateo Apóstol llegaron; el Prefecto de Carabineros de Osorno, teniente coronel Marcelo Salas, el Alcalde de la ciudad Emeterio Carrillo y la comunidad fiel, para festejar la Santa Misa que fue presidida por el obispo Jorge Concha Cayuqueo y concelebrada por el presbítero Juan Aros Fica, capellán del regimiento Reforzado N°9 Arauco y el padre Mauricio Cárdenas Barros, capellán de Carabineros en Osorno.

En su mensaje el Pastor de la Diócesis de Osorno dijo que celebrar la Misa, la Eucaristía es el culto más importante que tiene el mundo católico, y hoy, “en ella vamos a hacer oración por los carabineros y la carabinera que entregaron su vida en servicio. en muchos lugares han hecho oración y nosotros nos unimos a todo Chile en esa gran oración por esta intención de orar por quienes se les ha arrebatado la vida, también hacer una oración especial por la institución Carabineros de Chile y una oración por la paz que tanto la necesitamos”.

“Hacemos esta oración cuando los cristianos estamos celebrando la Resurrección de Nuestro Señor Jesucristo, y en este contexto celebrativo de nuestra fe, los tintes de algunos hechos de nuestra realidad nos pueden ser más fuertes, más nítidos; a carabineros jóvenes, con hijos pequeños, les arrebataron la vida, a dos hombres y a una mujer en las últimas tres semanas, a sangre fría, cuando estaban en cumplimiento de su deber, que es el servicio a la comunidad”, agregó el obispo.

Añadió que “esto ya va haciendo historia en nuestra sociedad, ¿la violencia extrema, nos ha ido domesticando?, cabe que nos preguntemos eso, es bueno que nos lo preguntemos o dicho de otra manera ¿nos hemos ido acostumbrando? Porque es negativo que nos acostumbremos a la violencia y en general a todas las cosas que son negativas, que son malas”.

“Al hacernos esta pregunta, nosotros en consciencia podemos rechazar, pero a partir de ahí, de nuestra consciencia, eso puede generar también actitudes, comportamientos, modos de ser, tiene consecuencia. Cuando no nos preguntamos, entonces nos vamos adormeciendo y nos vamos acostumbrando, y eso no es bueno”, explicó el Pastor de Osorno.

“Esto ha llegado a ser una parte de nuestra realidad”, aseveró, y continuó: “Cristo Resucitó y nosotros nos alegramos y celebramos, pero recordamos también que el Señor antes de la resurrección fue entregado al suplicio, y a la muerte, y la muerte en cruz, y esto llegó a ser por un conjunto de formas del mal y del odio, esas formas y muchas otras formas de odiosidad y de mal siguen estando presentes en nuestro tiempo como parte de nuestra realidad, la mala semilla es capaz de hacer mucho daño a la vida, al amor, a la convivencia”.

En su mensaje, el obispo Jorge enfatizó que “justamente, el hacer memoria de Cristo con su Resurrección nos comunica su fuerza transformadora, una fuerza no conformista que nos hace perseverar en lo que Él nos enseña, nos anima a luchar y nos llama y nos llena de esperanza, aún cuando hay muerte y dolor. La enseñanza de Jesús adquiere aún más pertinencia, más fuerza y sentido en los tiempos de la violencia y de la desazón. La paz como ambiente, como camino es lo que necesitamos porque nos permite crecer y dar frutos para una sociedad más justa y más fraterna, es decir una sociedad mejor”.

“La vida en sociedad nos exige aceptar y respetar el ordenamiento colectivo que nos damos, y eso no quiere decir que debamos renunciar a los cambios, que muchas veces son necesarios, pero la falta de respeto a las instituciones como las de orden y seguridad, que nos recuerdan cuáles son los límites como ciudadanos, agregan aún más incertidumbre, sentimientos de indefensión, miedos a situaciones peores, como el caos, que puede generar todavía más violencia”.

Aseguró también que “Todo pueblo que da pasos en esta dirección se malogra, se puede venir a bajo y derrumbar, y el sufrimiento se da en las personas, en los ciudadanos y sobre todo en los más vulnerables”.

Invitó a la asamblea a hacer oración al Señor Resucitado, “al príncipe de la paz que nos de a todos la más alta estima, por el valor de la paz en todas las áreas de nuestra vida social, y que ella parta desde un corazón reconciliado con Dios y con los hermanos, que hace que cada uno mire con respeto y amor al Padre, y al otro como hermano, al semejante o como amigo, llamados a realizar un presente y un futuro en común porque todos lo necesitamos”.

“Cristo Jesús nos da fuerza y luz para transitar ese camino, Él sale a nuestro camino cuando hay miedo, cuando parece que la oscuridad se impone, y también nos dice, como les dijo a las mujeres, que lo escuchamos en el Evangelio proclamado; a pesar de todo alégrense, Él es nuestra salvación, nuestra gloria para siempre”, aseguró Monseñor Jorge Concha.

Antes de finalizar la Santa Misa, el Pastor de la Iglesia Osornina también celebró un responso por el Suboficial Mayor Daniel Palma Yáñez, la Suboficial Mayor Rita Olivares Raio y el Suboficial Mayor Alex Salazar Rodríguez, en tanto la asamblea acompañó con el silencio orante y el coro con bellos cantos.