Los movimientos: Renovación Carismática, CVX, Schoenstatt, Hombres del Rosario, Cursillos de Cristiandad, Encuentro de Mamás en el Espíritu (EME), Encuentro de Papás en el Espíritu (EPE), y la CONFERRE, guiaron con música y cantos, silencio reflexivo y oración, cada momento de Adoración a Jesús Sacramentado que se vivió esta jornada desde las 9.00 hasta las 16.00 horas en la capilla lateral de la Catedral San Mateo Apóstol.
Inmediatamente después, el Administrador Diocesano, padre Cristian Cárdenas Aguilar en procesión con el Señor Sacramentado por la nave central rumbo al frontis del Templo Mayor, inició la peregrinación de los fieles por el entorno de la Plaza de Armas, donde se realizaron cuatro momentos de oración para pedir por el Papa Francisco, la Iglesia, los sacerdotes, también por chile, sus autoridades, la paz y los jóvenes, entre otras intenciones. Este momento fue animado por el coro de la capilla Santa Clara.
Al finalizar la procesión, donde además el Pueblo fiel de Dios en la Iglesia osornina dio testimonio de su fe, ya en el atrio de la Catedral se realizó el cuarto momento de la oración donde se dio inicio a la Santa Misa, y el Pastor de la Iglesia Osornina ingresó con Jesús Eucaristía seguido de los fieles, mientras el coro de la parroquia San José acompañó con el canto, el Señor Sacramentado fue llevado hasta el Sagrario, y continuó la Santa Misa con la Liturgia de la Palabra.
De este modo los cristianos católicos de la Diócesis de Osorno, unidos en fraternidad y comunión, festejaron esta conmemoración de la institución de la Santa Eucaristía, donde el pan y el vino fueron consagrados y se convirtieron en el Cuerpo y Sangre de Cristo.
Mensaje del Administrador Diocesano
En la oportunidad, la asamblea escuchó atenta las palabras del padre Cristian Cárdenas Aguilar, quien en su homilía destacó que “en este día en que celebramos Corpus Christi, festejamos la presencia real, Sacramentada de Jesucristo en la Hostia Consagrada”. También señaló que hoy los creyentes católicos expresan su amor y dan gracias a Dios en la celebración de la Eucaristía porque Jesús se hace presente, “porque es el Sacramento por el cual el Señor cumple su promesa de estar todos los días hasta el fin de los tiempos”.
“La Eucaristía no es un invento nuestro, lo descubrimos en la Última Cena. Jesús allí, Él mismo instituyó la Eucaristía, Él mismo ordenó: ´Hagan esto en conmemoración mía´ (Lc 22, 19). Él mismo se entregó allí como ofrenda y nos invita a cada uno de nosotros que cuando colocamos el pan y el vino sobre el Altar, podamos convertirnos en ofrenda al Padre. Jesús lo hizo, y es la Ofrenda por sobre todas las ofrendas, pero con Él se ofrece nuestra vida”, aseguró.
Aseveró también que es importante, que en ese momento “de la Eucaristía, nosotros nos sintamos parte en la donación de Cristo, nuestro Salvador. Decía que la Eucaristía es la donación por excelencia, es Jesucristo que, en nombre de todos nosotros, presente en el Altar, manifiesta la acción de gracias a Dios en nombre de toda la humanidad, porque a través de este Sacramento, llega a nosotros la presencia real del Señor, en el cual nos alimentamos, en el cual nos fortalecemos, en el cual también colocamos toda nuestra vida”.
“La Eucaristía es Gracia, pero también es una exigencia”, enfatizó el Administrador Diocesano, y explicó que “es una exigencia en el Ministerio Sacerdotal, es una exigencia para nosotros, ministros de la Eucaristía, ministros de la Iglesia porque Jesús un día nos llamó, para poder alimentar a su Pueblo, este pueblo, el que está en nuestras comunidades, el que está en cada una de nuestras parroquias, en nuestras capillas, y Él cuenta con nosotros, cuenta con el Sacerdocio Ministerial, por el cual hermanos y hermanas, les pido que oren, oren por nosotros, oren por el ejercicio de nuestro ministerio”.
Continuó su mensaje y destacó que “la Eucaristía también nos invita a hacer historia, así como la primera lectura, en el libro de Deuteronomio (8, 2-3. 14-16), a través de Moisés o Moisés le decía a su Pueblo; ´acuérdense del largo caminar que hemos hecho, acuérdense de la esclavitud de donde salimos, recuerden que fuimos al desierto´. Decía en la celebración de la mañana, el desierto donde no hay nada, pero este desierto al que Dios nos lleva es donde está todo”.
“El desierto, si bien es cierto lo comprendemos como ´nada´, pero bíblicamente o desde la experiencia de Dios, el desierto para nosotros es todo, aquí está Dios, también en el desierto de nuestras vidas, allí está Jesús, fortaleciéndonos. Vamos sin temor al desierto, y esto significa ir sin temor a ese lugar desconocido, al lugar que no sabemos lo que hay”.
“Así también es nuestra misión”, agregó el padre Cristian y dijo que “El Señor lo único que nos está pidiendo a través de la Iglesia; vamos, abramos el corazón, abramos la vida a la experiencia de Dios”, y recordó que el 28 de mayo en la Diócesis de Osorno se inició “un tiempo de Misión, un tiempo de ir hasta el Señor, un tiempo de ir en nombre del Señor”, y recalcó que esta primera etapa es una “misión Ad Intra, donde cada uno de nosotros somos invitados a acercarnos a Jesús, porque estando cerca nosotros podremos acercar a nuestros hermanos”.
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