La Eucaristía fue presidida por el Administrador Diocesano de la Iglesia osornina, padre Cristian Cárdenas Aguilar, y concelebrada por el párroco, presbítero Patricio Sánchez Sánchez, además del padre Pedro Kliegel Stiller, padre Vicente Gottschalk Puder, padre Américo Vidal Yáñez, párroco de la parroquia Santa Rosa; padre Felipe Fernández Bravo, párroco de la parroquia San Leopoldo Mándic y el padre Oscar Escobar Oyarzún, párroco de la parroquia San Bernardino de Quilacahuín.

También acompañó, desde la asamblea presente, el padre Aures da Silva, Sacerdote del Verbo Divino, y párroco de la parroquia Espíritu Santo en Rahue Alto Norte, un seminarista de la Diócesis de Puerto Montt y el seminarista de la Diócesis de Osorno, además de la acólita de la parroquia dedicada al Sagrado Corazón.

También estuvo presente el grupo de niños, niñas y adolescentes de la catequesis familiar, quienes luego de la homilía recibieron las pañoletas, bendecidas por el padre Patricio, y que usarán en cada encuentro y celebración litúrgica, “en este caminar que los lleva a acercarse y desear alimentarse en el gran Banquete Eucarístico”, leyó la guía, e Inmediatamente después del momento de la Comunión, el padre Cristian impuso agua bendita en sus frentes.

Antes de finalizar la Santa Misa, la asamblea presente, junto al Administrador Diocesano, hicieron la oración de las letanías del Sagrado Corazón de Jesús, donde los fieles repitieron cada una de las jaculatorias y vivió el momento con profundo silencio y devoción, mientras el coro parroquial acompañó con música y bellos cantos toda la celebración.

Por su parte, el padre Cristian Cárdenas, en su homilía dijo “cuando celebramos la Solemnidad del Sagrado Corazón en el fondo estamos festejando la expresión del amor de Dios por nosotros, y si hacemos memoria de la primera lectura (Deut 7, 6-11) o hacemos memoria de ella, podemos ver que el Padre a lo largo de la historia nos anda buscando, está en todos los lugares, en medio del mundo, en las dificultades nos busca y nos llama”.

“Con nosotros quiere formar un nuevo pueblo, un pueblo de su elección, un pueblo de su propiedad, un pueblo del cual Él será todo, y al celebrar esta donación de Jesús, esta donación de Dios a nosotros, a través de Jesús, es que celebramos el sagrado Corazón, y celebrar el Sagrado Corazón no es solamente quedarnos en lo afectivo, pudiéramos decir Dios, sino que también para nosotros es una exigencia, es un deber. Esta hermosa tarea, así como está aquí adornado el Sagrado Corazón es la que tenemos que llevar en nuestra vida, es la que tenemos que llevar también en nuestro caminar, es esa expresión que tenemos que llevar al mundo”, agregó el sacerdote diocesano.

“El Corazón de Jesús debe invitarnos a ser capaces de pedir perdón, a tener la sencillez y la humildad de Jesús. Ser capaces también de dar gracias por todo lo que nos enseña. El Corazón es algo muy importante que nos hace saber que tenemos vida, y es una expresión de amor también, es una expresión que si ese amor, no está encendido y no lo vivimos, ¿para qué lo tenemos?, añadió.

En este sentido, aseguró el padre Cristian, “está iluminado el corazón en la imagen, porque quiere iluminar nuestros corazones, y nosotros como comunidad parroquial también tenemos que iluminar los corazones de los hermanos y hermanas que están en los distintos lugares, en nuestras familias, en nuestras calles, en nuestras instituciones, en nuestros lugares de trabajo. Esa luz, debemos llevarla en el corazón de cada uno de nosotros, pero no como nuestro corazón, sino como el corazón de Jesús. Necesitamos llevar el corazón de Jesús a los demás”.

Finalmente, después de la celebración del Banquete Eucarístico, la comunidad presente, junto al Administrador Diocesano, a su párroco , y los sacerdotes que acompañaron en la Santa Misa, vivieron y disfrutaron un momento en el compartir fraterno.