Desde el campo y la ciudad purranquina, además de Río Negro, Osorno, Valdivia, Chillán, Maipú, de San Miguel, Paine y Buin llegaron hasta la parroquia San Sebastián para festejar junto al padre Jorge Gómez Villegas la Santa Misa con que la comunidad parroquial agradeció y despidió al sacerdote, quien los acompañó por 14 años en todo el quehacer pastoral y evangelizador en los diversos lugares que son parte de dicho templo.
En la celebración, presidida por el párroco de la parroquia San Sebastián en Purranque, en el ofertorio, la madre y la hermana del sacerdote de la Preciosa Sangre presentaron una estola como signo del “yugo de Cristo mencionado en el Evangelio, suave y ligero. Es además imagen de Jesucristo el Buen Pastor”, leyó la guía de la Santa Misa, además fueron presentados el pan y el vino, “frutos de nuestra tierra y del trabajo de cada día que se convertirán en el Cuerpo y Sangre de Cristo”, continuó.
Después de la Comunión, el diácono Bernardo Torres, dijo “tengo gran honor y la tremenda responsabilidad de dirigir palabras de gratitud y despedida para un sacerdote, para nuestro sacerdote, para nuestro pastor”, y recordó las palabras del Papa Francisco en su llamado a los sacerdotes a “ser pastores con olor a oveja”, y le habló al padre Jorge: “usted nos ha demostrado en todos estos años que ha caminado junto a nosotros, que expela olor a oveja”.
“Padre Jorge, he visto su crecimiento en medio nuestro, he sido testigo preferencial de sus grandes virtudes, destaco en usted su sencillez de vida y su aceptación a la crítica constructiva. Ha sabido entender igualmente nuestras pequeñeces como comunidad, ha extendido la mano cuando alguien la necesitaba, y ser escuchado. Nos ha alentado a vivir en una Iglesia en comunidad”, agregó.
Le dio gracias por “oler a oveja”, y dijo que, si el pastor debe oler a oveja “con cuánta mayor razón, las ovejas deben oler a oveja. El ejemplo que nos brindó por tantos años el padre Jorge no es otra cosa que una invitación a vivir la sencillez de las pequeñas cosas y a mirarnos todos por igual y a respetarnos, a pesar de las diferencias y a amarnos como Cristo nos ama”.
También agradeció la cercanía del religioso, “por estar en las buenas y en las malas junto a su pueblo, por querer a nuestras comunidades y no olvidarse nunca de las comunidades del campo. Gracias por creer en el trabajo de equipo”, y agregó que el párroco, quien también sirvió en nuestra Diócesis de Osorno como Vicario Pastoral, “ha permitido que nuestro trabajo pastoral sea centrado en Cristo, con participación de los laicos”.
“Gracias porque en tiempo de pandemia se las ingenió para darnos fuerza y esperanza. Gracias por estar a la cabeza de nuestra anhelada reconstrucción y por repetirnos, una y otra vez, que no sacábamos nada en esmerarnos por la construcción material, si la construcción espiritual no se ejecutaba”, añadió.
Palabras del Padre Jorge
Por su parte el padre Jorge Gómez, quien llegó a Purranque en el año 2009 cuando aún era seminarista, también dio gracias a la asamblea presente, y agradeció al Señor por los años vividos en dicha comunidad parroquial, por todos los momentos compartidos, incluidos aquellos más complejos.
Describió tres de las cruces “que hemos cargado juntos: con profundo respeto lo digo, recordar que nos enfrentamos como parroquia en el caso de la acusación hacia nuestro querido padre Miguel Ángel, posteriormente nos quemaron el templo, y luego sin haberlo consagrado todavía, nos tocó enfrentar una pandemia que casi nos inmovilizó”.
También dio gracias a Dios porque, con todas las diferencias “somos hermanos. Doy gracias a Dios por estos 14 años de compartir, de aprendizaje, de oración, de alegrías y penas, de encuentros y desencuentros, de fracasos y triunfos. Catorce años de heladas, de tormentas, de temporales, de mar y de campo. Muchas gracias a Dios por el campo y por su gente”.
Agradeció al Padre, por “esta parroquia santuario de San Sebastián, parroquia misionera en la ciudad, en el campo, templo vivo en la Diócesis de Osorno de Chile, parroquia con la espiritualidad de San Gaspar, parroquia pobre, humilde y sencilla. Tenemos este templo bellísimo, pero nosotros somos pobres, siempre lo hemos sido. Esto nos lo regaló el Señor porque Él quiso”.
“Mi agradecimiento también es hacia ustedes, a cada uno, ustedes me recibieron siendo aún seminarista, aquí me acompañaron cuando me ordenaron diácono, y me vieron también en Valdivia cuando en la parroquia del padre Nicanor, me ordenaron sacerdote. Al día siguiente estaba trabajando aquí, en el campo y en la ciudad. Gracias Purranque, les debo tanto, llegué de Santiago, habiendo estudiado en Perú, pero soy de Valdivia, y ahora de corazón Purranquino, hijo de esta ciudad, eso se los agradezco también a ustedes. Les agradezco y los abrazo, hasta siempre”, finalizó el padre Jorge.
Asamblea bendijo al Párroco de Purranque
Inmediatamente después, antes de la bendición final, el padre Nicanor Azúa C.PP.S, párroco de la parroquia Preciosa Sangre en Valdivia, quien concelebró junto al sacerdote Wilfredo García C.PP.S, Vicario parroquial de la parroquia San Sebastián en Purranque; invitó a la asamblea a “darle también nosotros la bendición a Jorge, porque él sirvió aquí muchos años”.
“Llegó como seminarista. Su vida sacerdotal ha sido solamente en esta parroquia, y se va a una tarea que nuestra congregación le encomienda y que es una labor titánica: es formar a los futuros sacerdotes de la Preciosa Sangre de América Latina”, añadió y pidió estar en permanente, constante oración por su hermano de congregación que el 23 de julio parte rumbo a su nuevo destino, en Brasil.
Enfatizó al respecto que “él va a necesitar mucha fuerza para animar, para encaminar a esos jóvenes. Entonces la tarea es grande, y como comunidad también lo podemos bendecir. Los quiero invitar en esta hermosa Eucaristía, acción de gracia que hemos celebrado, a que lo enviemos, que hagamos una oración por él, entonces desde lo más profundo de nuestro corazón, pidiendo a nuestro Padre Dios, y a nuestra Madre María, que Jorge vaya acompañado de la oración de este pueblo de Purranque, y bajo la protección del patrono San Sebastián”.
En la ocasión la Asamblea completa extendió sus manos hacia el padre Jorge Gómez Villegas para pedir a Dios “que lo bendiga, lo proteja, lo acompañe. Que Tú, Padre Santo le des la sabiduría necesaria para cumplir la tarea que la congregación y la Iglesia, hoy le otorga: ser formador, ser aquel que va a animar, acompañar y a formar a los futuros misioneros de nuestra provincia. Te pedimos que lo asistas y lo sigas bendiciendo con su sencillez, con su carisma, con su alegría, y pueda hacer de esos jóvenes, con la gracia tuya, Padre Santo, los futuros sacerdotes para nuestra Iglesia”, pidió el padre Nicanor junto a la comunidad purranquina.
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