En la oportunidad, la Pastoral del 1%, en nombre de la Iglesia local, dio gracias a Dios por el servicio de cada una y de cada uno de los Visitadores, “que no solo llegan a los hogares para recaudar el dinero con que tantos erogantes apoyan a sus parroquias, sino que también llevan consigo el testimonio de Cristo, el Mensaje salvífico del Señor”, dijo la secretaria de dicha pastoral, Lorena Marín.

Cabe señalar que, durante la celebración eucarística, hubo un momento especial para pedir por los visitadores y erogantes que ya partieron a la Casa del Padre, y como signo del amor del Señor por los seres humanos y del amor de los fieles por sus semejantes, fue armado un corazón con velas encendidas en el presbiterio, cuya luz siempre representa a Jesús vivo.

En su homilía, el padre Cristian Cárdenas, Administrador Diocesano, destacó que “junto a la pastoral del 1% de la Diócesis, la intención es dar gracias al Señor porque mucho de ustedes y  muchos de los que están también en cada de sus parroquias, mensualmente están contribuyendo para el bien de la Iglesia, para llevar adelante la evangelización, para llevar a delante la misión de la Iglesia

A la luz de la Palabra de Dios (Col 1, 9-14), aseguró el padre Cristian, “en este encuentro con el Señor nos invitaba a descubrir que, permaneciendo en la oración, podemos recibir la gracia de Dios, podemos seguir caminando hacia su encuentro, y que Él vaya fortaleciendo nuestras vidas”.

Añadió que “en el Salmo, íbamos repitiendo una y otra vez, ´el Señor manifestó su victoria´. Somos testigos de las obras que Dios ha ido realizando en nuestras vidas, de las muestras de su amor, lo hemos experimentado de distintas formas, en primer lugar, con la gracia y el don de la familia”.

“Cuando miramos la acción que tienen las misioneras del 1% somos testigos allí también de que el Señor ha vencido nuestros temores, a quién no le cuesta ir a pedir dinero, recursos para llevar adelante la misión. A todos nos cuesta poder realizar ese servicio, ese trabajo, sin embargo, descubrimos a la luz de la Palabra de Dios, que quien va al lado de nosotros es el Señor”, añadió.

También explicó que, en el evangelio, (Lc 5, 1-11), la preocupación que muestra Jesús por la gente, “esa misma preocupación la sigue teniendo por cada uno de nosotros; que le podamos escuchar, que podamos caminar con Él, que podamos colocar nuestras vidas en sus manos”.

Destacó además la importancia de no sentirnos propietarios del mensaje de Cristo, “Estamos invitados a abrir nuestros sentidos, nuestros oídos para escuchar al Señor, y para traer ese mensaje primero a nuestras vidas y desde nosotros, llevarlo a los demás. Jesús, después de haber enseñado, de haber transmitido el mensaje, invita a los apóstoles a seguir más adentro, y los apóstoles vuelven mar adentro a pescar en su nombre”.

“Qué importante es que lo que emprendemos, que lo que realizamos, lo hagamos en el nombre de Dios, que sea Él quien vaya delante de nosotros, en nuestro corazón y que lo podamos presentar en la acción y en la tarea de los misioneros y misioneras del 1%”, concluyó su mensaje el Administrador Diocesano.