La Santa Misa, culmen de las distintas actividades previas en honor al Santo Patrono, fue presidida por el administrador Diocesano, padre Cristian Cárdenas Aguilar, y concelebraron los sacerdotes de la Orden de Hermanos Menores presentes en la Iglesia osornina; Francisco Lastra Vidal, Guardian del templo dedicado a San Francisco, y el fraile, Eugenio Prado Riquelme, además del presbítero Oscar Escobar Oyarzún.

Al término de la Santa Misa, donde la asamblea participó con alegría en cada momento de la celebración con su oración y el canto junto al coro, también se hizo presente el padre Claudio Fábrega Aspe Ofm, quien llegó al compartir fraterno debido a que se encontraba participando de la bendición de los animales en el Colegio Santa Cruz, en la Comuna de San Pablo, donde es el párroco de la comunidad dedicada a Nuestra Señora de la Candelaria.

Por su parte, el padre Cristian Cárdenas en su homilía destacó que la invitación del Señor: “Carguen mi yugo y Vengan a mí” (Mt 11, 29) es de todos los tiempos. “Es el venir y el caminar junto a Jesús que Francisco descubrió, descubrió esta presencia de Dios, y tuvo la capacidad de convertir a Dios en su principal riqueza, y es a lo que nos invita a cada uno de nosotros”.

Explicó que esta “riqueza, se trata de poder convertir nuestro corazón a la presencia del Padre, que podamos abrir nuestra vida a este caminar, así nos lo decía San Pablo en la segunda lectura que escuchamos. También dice que, si ha de gloriarse de algo, es de la Cruz de nuestro Señor Jesucristo (Gál 6, 14), por lo tanto, en la Cruz vemos la expresión de la fraternidad, del amor, de la misericordia que Dios tiene con nosotros”.

“Vemos allí en plenitud esta invitación que recibió Francisco, cuando se le pide: ´reconstruye mi Iglesia´. Vemos ahí reconstruido el Pueblo de Dios, este pueblo que se ha apartado, no solo en el tiempo pasado sino también en el tiempo presente, pero que Jesús con sus brazos abiertos nos invita nuevamente a encaminarnos junto a Él, a hacer este camino juntos”, continuó el Administrador Diocesano.

“El Evangelio de hoy, desde el comienzo parte dando gracias, y esto tiene mucha relación con la forma de ser de Francisco, un agradecido, pero la gratitud de él es por poder contar y haber descubierto la presencia de Dios en su vida, en su historia, y cómo se podía compartir esta presencia de Dios con los demás”, añadió.

Destacó además la profundidad de la fe y de la entrega del Santo de Asís, que “él nos vincula con toda la creación. Cada parte, cada objeto, cada ser de la creación tiene un espacio con la fraternidad de Francisco, y eso es también lo que a lo largo de la historia la Iglesia sigue descubriendo e invitándonos a redescubrir la importancia que tiene la creación para nosotros, y en esto San Francisco nos muestra que, a través de la creación, recibimos la expresión de Dios, y en la comunidad podemos vivir la fraternidad del Señor”.

“De este modo”, continuó el padre Cristian, “al invitarnos y al encontrarnos en la creación, nos unimos a la acción, no solo creadora, sino también redentora de Dios, nos unimos para sentirnos parte y que en esta redención cada uno de los seres, cada uno de los objetos que existen, tienen importancia, y nos enseña a vincularnos tan profundamente, que podemos descubrir la revelación de Dios hacia nosotros, y que Él siempre camina junto a nosotros”.