En presencia de las reinas de distintos clubes, y la nueva soberana Inés Bastidas del Club Jesús Obrero, la eucaristía se inició a las 11 horas con la presencia de representantes de los distintos grupos de personas de la tercera edad de la comuna osornina, 20 de ellos pertenecientes a la Iglesia católica.

En la oportunidad, también asistieron Gricel Vargas, Jefa del Departamento de Familia de la Dirección de Desarrollo Comunitario de la Ilustre Municipalidad de Osorno, el Director de Cáritas Osorno y asesor de la Pastoral de Adultos Mayores, hermano Eduardo Van Unen, la Coordinadora del Comité Clubes Adultos Mayores Eliana Venegas Sepúlveda.

Cabe destacar además el servicio del Diácono Ernesto Ovando, delegado de la Pastoral del Adulto Mayo, el coro de los adultos mayores que acompañó cada momento de la Santa Misa, y la comunidad creyente.

Al momento de la ofrenda se presentaron los estandartes de la Pastoral Social Diocesana Fundación Cáritas Osorno, Unión Comunal de Organizaciones de Adultos Mayores de Osorno, Lidram, Pastoral Evangélica, las credenciales del Comité Organizativo de la Oficina del Adulto Mayor de la Ilustre Municipalidad de Osorno, y canastas de mercadería.

Por su parte, el Administrador Diocesano, Padre Cristian Cárdenas Aguilar, en su homilía junto con reflexionar en torno a las lecturas del día, señaló que a la luz de la Palabra de Dios leída en la Santa Misa que, de ninguna manera, como sociedad, “debemos tocarles a ustedes lo que les pertenece, sobre todo en la etapa de los adultos mayores; les pertenece la vida porque han luchado en todo este caminar, no solo para conseguir objetivos, sino también para enseñarnos el valor fundamental que tiene la vida”.

También resaltó que en todo este peregrinar no “debemos olvidar que somos extranjeros, porque no es nuestra ciudad definitiva, porque esa ciudad definitiva será estar en la presencia de Dios y para eso luchamos, nos esforzamos y cada uno, tratamos de vivir de la mejor manera posible”.

“Es cierto que, a manera de organización de este mes, estamos concluyendo las actividades del Mes del Adulto Mayor, pero en todas ellas ha sido celebrar la vida, este don maravilloso que el Señor les ha dado, y nos lo ha dado a todos, pero festejar de una manera especial este don, también es ser testigos de la verdad, de la presencia de Dios, de su misericordia”, añadió.

Destacó además la respuesta de Jesús al fariseo respecto de cuál es el mayor de los mandamientos, y agregó que “cuando nosotros estamos amando a Dios con todo lo que somos, con todo nuestro ser, lo estamos amando por sobre todas las cosas, y eso no significa despreciar lo demás”.

“Que importante es poder escuchar este mandamiento: amar al Señor, nuestro Dios con todo nuestro corazón, con toda nuestra alma, y con todo nuestro espíritu, con todo nuestro ser. Pidámosle al Señor que nos conceda esa gracia porque, como frase es muy bonita, pero en lo cotidiano de la vida no siempre resulta así de bonita, muchas veces fallamos”, dijo.

Junto a este primer mandamiento, aseveró que “Jesús también nos invita al segundo: amar al prójimo como a ti mismo. El Señor termina diciendo que en esos dos mandamientos está el resumen de toda la ley: del Antiguo Testamento y del Nuevo Testamento. Es decir, la vida humana se centra en el amor que viene desde Dios”.