Con recogimiento, familiares y amigos de quienes partieron a la Casa del Padre, llegaron hasta los templos y camposantos de la provincia de Osorno, para recordar a sus seres queridos, llevar flores y ornamentar el lugar donde se encuentran.

En la ocasión, el padre Felipe Fernández, quien presidió la Santa Misa en el Cementerio Parque Valle del Cedrón, destacó dos puntos en este día en que “recordamos a nuestros seres queridos: primero hagámoslo con gratitud por lo que hemos vivido, gracias por el paso de ellos en nuestras vidas, y segundo es que tenemos que aprovecharlos cuando estamos vivos”.

También resaltó que, en los evangelios de las semanas pasadas, los fariseos ponen a prueba a Jesús, y “Él responde desde el amor de Dios por nosotros, que es gratuito. A veces nos cuesta comprender eso, pero el amor del Padre siempre está dispuesto y atento a recibir”.

En tanto que el Administrador Diocesano, padre Cristian Cárdenas Aguilar, presidió el Banquete Eucarístico en el acceso por Barros Arana en el Cementerio Católico, donde subrayó que en este día “de todos los santos, cada uno de nosotros somos invitados desde el bautismo, a esta gracia de Dios, a la santidad, y cada uno de nosotros, al mismo tiempo pedimos por nuestros seres queridos, para que estén en la presencia del Padre”.

“El evangelista San Mateo (4, 25--5,12) insiste en la multitud, insiste en que es el bautismo es un llamado para todos, incluso él nombra algunas ciudades, algunos pueblos, y con eso nos quiere decir que somos convocados para estar en la presencia de Dios, y nos invita a vivir en la felicidad, y esa debe ser una característica de nosotros los cristianos, lo cual no significa que estemos exentos de conflictos, aflicciones, de dolores en la vida, sin embargo, todo eso, tomados de la mano de Jesús, podemos vencerlas”, añadió.

Por eso, aseguró el padre Cristian, que “Jesús nos comenzó a llamar felices ustedes”, y explicó cada una de las descripciones que el Señor realizó en el sermón de la montaña, y aseguró que en todo este mensaje de Cristo “no debemos mirar solamente lo material, sino también esa grandeza espiritual, la cual Dios nos quiere regalar, que por este acto, por esta liturgia, por la fe que llevamos, Él quiere regalarnos lo maravilloso que es su presencia y cómo podemos descubrirlo en la Creación y cómo poder hacerlo presente a través de ella”.

“La misericordia de Dios no es solamente decir: ´te perdono´, sino también la aceptación, la acogida. Cuando perdonamos de corazón acogemos, recibimos. Es cierto que pueden quedar algunas cosas, residuos de sentimientos que hemos vivido, pero el perdonarnos también significa acogerá aquél a quien le estoy dando el perdón, y acoger también el perdón que estoy recibiendo”, enfatizó.

Y continuó: “felices los que trabajan por la paz, porque serán llamados hijos de Dios. Este es un don precioso que todos lo tenemos, sin embargo, muy fácilmente lo perdemos en la familia, en el hogar, en la sociedad. Perdemos la paz también en nuestra patria, en el mundo, y el Señor nos invita a que trabajemos en la paz, al igual que en su visita a nuestro país, (2018) el Papa Francisco nos invitó a que seamos: ´artesanos de la paz, tejedores de la paz, constructores de la paz´”.

Al finalizar la Santa Misa, el Administrador Diocesano, también celebró un responso por todos los fieles difuntos, e invitó a la asamblea presente a hacer memoria de sus seres queridos que ya se encuentran en presencia del Señor, y a repetir cada una de las oraciones del rito, en tanto el coro acompañó bellamente todos los momentos de la celebración.