En la parroquia San Sebastián en Purranque, la comunidad se prepara con el rezo diario de la novena a las 18.30 horas hasta el viernes 19, vísperas de la fiesta. El programa celebrativo para el día del Santo Patrono se inicia a las 6.00 horas con la apertura del santuario, ubicado en 21 de mayo esquina Aníbal Pinto, el cual permanecerá abierto hasta las 22.00 horas, y donde habrá bendición cada 30 minutos, según la disponibilidad de sacerdotes que haya.

En el templo parroquial habrá celebración de la Santa Misa cada hora, iniciando a las 7.00 de la mañana, luego a las 8.00, 9.00, 10.00, 11.00, 12.00 y 13 horas, Por la tarde la procesión se iniciará a las 15.00 horas, saliendo del santuario: por calle Aníbal Pinto, Martinez de Rosas hasta Bernardo O´Higgins, Pedro Montt hasta el Templo parroquial en Aníbal Pinto, donde la Fiesta del Banquete se festejará a las 18.00 y las 20.00 horas.

En la parroquia “El Buen Pastor” de Ovejería, la novena también se inició ayer jueves 11, a las 19.00 horas, y finalizará el 19 de enero, para el sábado 20 vivir la Fiesta de San Sebastián que comenzará con el Banquete Eucarístico a las 7.00 de la mañana, Luego la celebración de la Santa Misa está programada en varios horarios: a las 10.00, a las 12.00, a las 16.00 y a las 20.00 horas.

La procesión se iniciará al término de la celebración eucarística de las 20 horas junto a la imagen de San Sebastián por las calles de Ovejería.

En la parroquia San Bernardino en Quilacahuín, la fiesta de San Sebastián se celebrará el sábado 20 de enero, con Santa Misa a las 10.30 horas e inmediatamente después, fieles y devotos junto a la imagen de San Sebastián iniciarán la tradicional procesión por las calles del sector.

La figura del santo mártir

San Sebastián es uno de los más famosos mártires en las persecuciones del Imperio romano. Nacido en Milán, se enroló en la guardia imperial y llegó a ser oficial en las tropas del emperador Maximiano (286-305). De profunda fe cristiana, era conocido por su grandeza de alma y porque ayudaba a sus hermanos creyentes en los terribles suplicios que padecían por la cruel persecución de Diocleciano.

Otros compañeros de las milicias habían abrazado la fe porque Sebastián lleno de valor y ardor religioso, propagaba con su ejemplo y con su palabra la fe cristiana que él mismo vivía con tanta fortaleza.

Fue acusado de traición ante el tribunal de Diocleciano. Sebastián aprovechó para echar en cara la terrible crueldad persecutoria contra los cristianos. Por todo ello y porque no quiso ofrecer sacrificio ante los dioses del Imperio fue asaetado (como lo muestra la tradición artística).

La tradición dice que se salvó gracias a los cuidados de la noble Lucila, ya que lo dieron por muerto. Una vez recuperado se presentó ante el emperador nuevamente con redoblado valor, por lo que fue nuevamente martirizado.