Al iniciarse la celebración, en que jóvenes y adultos, hombres y mujeres fueron acompañados por sus padres, padrinos, familiares y amigos, el obispo Carlos Godoy Labraña, instó a la asamblea a disponer el corazón “para ser testigos de la presencia del Espíritu Santo en la Iglesia, en la comunidad cristiana, principalmente en el corazón de estos hermanos nuestros que hoy día van a confirmar su fe”.
Posteriormente el párroco del lugar, padre Matías Dato, religioso del Verbo Divino, presentó ante el Pastor de la Iglesia osornina, a los candidatos al sacramento, provenientes de distintas comunidades y dijo: “Junto con sus guías y catequistas le pedimos que usted pueda administrar el Sacramento de Confirmación”. Los confirmandos por su parte, al ser nombrados, poniéndose de pie uno a uno respondió: “Aquí estoy Señor”.
El obispo, ante dicha petición, replicó: “Con mucho gusto vamos a administrar el Sacramento de Confirmación a este grupo de jóvenes, este grupo de adultos, y la comunidad cristiana se alegra profundamente por este acontecimiento relevante para ella, para la vida de cada uno de los confirmados”.
Inmediatamente después de la homilía, Monseñor Carlos, acompañado por el padre Matías impuso sus manos sobre los jóvenes, y en señal de la cruz en sus frentes untó el Santo Crisma con que entregó el Sacramento a los 41 nuevos confirmados para la comunidad parroquial de Entre Lagos.
Mensaje del Pastor de Osorno
Al iniciar su reflexión, el Obispo de Osorno se comprometió a rezar por la asamblea presente y por cada uno de los recién confirmados, y dijo que “El Sacramento de la Confirmación regala el don del Espíritu Santo, conforme a lo que señala el Libro de los Hechos de los apóstoles que hemos leído al comienzo”.
Aseguró también que gracias a la Iglesia los cristianos pueden recibir dicho don, “en efecto, el confirmado lo recibe en virtud de la misión, recordemos que el Espíritu Santo también llega en el momento del Bautismo, pero probablemente muchos de nosotros éramos muy pequeños para acordarse de ese momento”.
“En La Confirmación se nos regala el don del Espíritu Santo para ser testigos de su presencia y también de su acción. Es por esa razón que me conmueve ver la ilusión de tantos que voy encontrando por el camino con el deseo de ser testigos de Jesucristo, de ser sal de la tierra y luz del mundo, testigo del amor divino, y de lo que ha hecho Dios en sus vidas y en la de sus familias”, añadió.
También destacó que este Sacramento “estimula una fe madura y robusta, el joven o el adulto confirmado está llamado a hacerse cargo responsablemente en la fe que ha recibido. Se trata de un paso mucho más profundo todavía, la fe regalada por nuestros papás, por nuestras familias, ahora pasa a ser confirmada, confortando el protagonismo propio de los testigos del evangelio. Dan este paso personas traspasadas por los valores del evangelio y la significación que ello tiene en la transformación del mundo que es relevante”
Felicitó a los confirmandos por la decisión que tomaron y los invitó a ser cristianos convencido de su fe con todas sus fuerzas, y destacó que aun cuando seguramente persisten algunas dudas en ellos, así como él mismo reconoce algunas interrogantes que la vida de la Iglesia le presenta, sin embargo “sueño con una Iglesia distinta, con una Iglesia más transparente, sueño con una Iglesia más consecuente con el evangelio de Jesús”.
Añadió que “mi ministerio pobre, limitado como lo es, se esfuerza por tratar de animar para que toda nuestra Iglesia diocesana vaya creciendo en mayor fidelidad a Jesucristo, el Señor, y les pediría que ustedes también sean parte de esta tarea, que me ayuden ustedes a devolverle a la Iglesia de Osorno su credibilidad, su historia, la historia de la vida de tantos hombres y mujeres que se han ido construyendo a través de los años”.
“Por lo tanto, mis queridos jóvenes, son las dudas, las preguntas, las buenas preguntas que nos pueden empujar a una reflexión más crítica y responsable, pero sobre todo comprometida con la santidad de la Iglesia” señaló el obispo y los animó “a permanecer en el amor de Jesús, concretamente participando frecuentemente en la celebración eucarística, no dejen de ir a misa”.
“Los acompañamos con nuestra oración y cariño en este tránsito hacia una nueva vida en Cristo Jesús y colocamos en las manos de nuestra madre, la Virgen de Fátima, sus sueños y esperanza más profunda. Que Dios los bendiga”, concluyó el Obispo de Osorno.
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