Hasta el lugar llegaron el obispo de la Diócesis de Osorno, Carlos Godoy Labraña y una pequeña porción del Pueblo de Dios que peregrina en nuestra provincia para contemplar, para adorar a Jesús en la Hostia Consagrada, y hacer oración por las intenciones personales, “y las del Papa Francisco que para este año 2024, están especialmente enfocadas en este mes de mayo, por los seminaristas y sacerdotes”, dijo el diácono Manuel Bustos, integrante de Fundación Monseñor Francisco Valdés.

También los presentes pidieron a Dios por la comunidad diocesana, por la sanación de los enfermos, por quienes se han encomendado a “nuestras oraciones y por todos aquellos que conocemos que están padeciendo alguna enfermedad. Por el servicio que están realizando nuestros sacerdotes, religiosas, religiosos y las futuras vocaciones, y nuestras intenciones personales”, añadió.

Especialmente, aseveró el diácono, “que hoy, y en cada encuentro que tengamos cada primer y segundo miércoles del mes aquí, vamos a estar orando por la beatificación de Monseñor Francisco Valdés Subercaseaux”.

Esta celebración, añadió el diácono, “nosotros, como Fundación Francisco Valdés la queremos realizar, un poco para continuar haciendo visible la figura de Monseñor Francisco Valdés a través de la oración”.

También aseguró que todos los fieles de la Iglesia osornina desean que el primer obispo de Osorno “sea santo, para eso necesita pasar por la Beatificación, pero con el solo querer no es suficiente, hay que rezar también, hay que pedir al Señor para que ello suceda, según el querer de nuestro Dios”.

Proyección hacia la Adoración Contemplativa

Con el apoyo del movimiento schoenstattiano de la Diócesis de Osorno el diácono Manuel Bustos concretó el formato para este momento, junto al padre Patricio Sánchez, quien ayudó a orientar el documento para llevarlo a hacer oración con poco más de contemplación, de silencio “y poco a poco caminaremos en otros formatos para que también podamos en el tiempo de una hora, idealmente con un silencio más profundo”, dijo el diácono Manuel.

Así y todo, añadió, “con estos cuatro momentos de silencio de cinco minutos, se hizo muy breve esta hora de adoración que vivimos. Nuestra idea es lograr una adoración al Señor Sacramentado permanente, es decir ya tenemos calendario para todo el año. También en nuestra propuesta a la fundación es que, idealmente en algún momento pueda haber una adoración simultánea, diocesana”.