Los confirmandos, quienes renovaron sus promesas bautismales, fueron presentados ante el obispo de la Diócesis de Osorno, Carlos Godoy Labraña y la asamblea presente, por el padre Francisco Triviño Andrade, quien dio fe de la preparación adecuada que recibieron en la catequesis.
Por su parte, el Pastor de la Iglesia local dijo: “con mucha alegría recibimos a este grupo de jóvenes y adultos para entregarles el Sacramento de la Confirmación, y a nombre de la Iglesia los animo a seguir cuidando este gran tesoro que van a recibir, que es el don del Espíritu Santo, el gran don del Padre que con el Hijo otorgan a aquellos que quieren abrazar la fe con mucho más compromiso misionero, como es el compromiso que ustedes están llamados a dar y a realizar. Muchas felicidades, que Dios los bendiga”.
En la ocasión, los confirmandos fueron presentados por su nombre, y uno a uno se pusieron de pie al responder “Aquí estoy Señor”. Después de la homilía, junto al párroco de la comunidad parroquial, el Pastor de la Iglesia osornina impuso sus manos y ungió con el Santo Crisma la frente de los confirmandos. Inmediatamente después, los presentó a la asamblea, que aplaudió a los nuevos confirmados de la Iglesia de Osorno, en la parroquia Jesús Obrero.
Homilía del Obispo de Osorno
Monseñor Carlos Godoy Labraña, al iniciar su mensaje resaltó cuatro ideas fundamentales del texto evangélico: primero cuando nos dice “que los parientes de Jesús pensaban que el Señor se había vuelto loco y es por esa razón que pretendieron llevárselo”; segundo, “la difamación de los escribas que empiezan a decir: Este que expulsa demonios, los expulsa por el poder de Belcebú, el príncipe de los demonios”. En la tercera parte, “es la referencia al Espíritu Santo, que es el único pecado que no merece perdón; la blasfemia en contra del Espíritu Santo”, y cuarta, “es acerca de la madre y de los hermanos de Jesús que van a buscar al Señor”.
En la ocasión el obispo Carlos, profundizó su mensaje en torno a que “los parientes del Señor pensaban que se había vuelto loco”, y dijo que probablemente más de alguna persona también ha criticado como locura el hecho de pertenecer a la Iglesia Católica o al querer recibir el Sacramento de la Confirmación, argumentando la imagen institucional de la Iglesia Universal en el contexto que vive la sociedad.
“Es interesante comprender que la experiencia del Señor, también de alguna forma es nuestra experiencia”, aseveró el Obispo de Osorno, y compartió cómo en los años 90 lo criticaron y lo tacharon de “loco” a él cuando anunció a familiares y amigos, su deseo de ingresar al seminario. “Nos tratan de locos por el hecho de comprometernos mucho más con el Señor, con la Iglesia, con la fe y con un estilo de vida más parecido al estilo de vida de Jesús”.
“Bendita locura. Son ustedes unos locos y unas locas”, dijo al grupo de los confirmandos “y perdón que les diga de esa forma, pero locos y locas de amor, y aquí vamos a citar a nuestra Santa Teresita de Los Andes. Ella decía: yo estoy loca, pero estoy loca de amor por aquel que se ha vuelto loco de amor por mí. Jesús es un loco de amor, que incluso ha llegado a dar su vida por nosotros, ha derramado su sangre por amor a nosotros, y ¿quién más que un loco puede dar su vida en favor de los demás?”.
Continuó su mensaje, y aseguró que “a Jesús con razón entonces lo trataron de loco porque se arriesgó a dar pasos disruptivos también para su tiempo, nadó contracorriente, y me parece que hoy día, más que nunca, se necesitan locos y locas que naden contracorrientes, que sean contraculturales, es decir contra una cultura que lo único que pretende es sacar a Dios de la sociedad y de la vida de los hombres y exaltar de tal manera a la persona humana, que termina convirtiéndola en dios, en vez de Dios”.
Por tanto, prosiguió el Obispo de Osorno, “creo que se necesita una cuota de locura para seguir siendo los brazos de Jesús, los pies del Señor, la boca, los ojos, en fin, la vida de el Señor para seguir dándose a conocer y para seguir amando al mundo entero. Eso lo va a hacer a través de ustedes, y es por eso que el paso que están dando, de confirmarse y de confirmar su fe, es un momento de mucha gracia, donde el Señor sin duda, les retribuirá con creces y con muchas bendiciones la decisión que hoy están tomando”.
También dijo que “hoy ustedes van a recibir el don del Espíritu Santo, quien es una persona muy importante de la Santísima Trinidad. La Teología nos dice que el Espíritu Santo es espirado, brota del profundo amor que se tienen entre el Padre y el Hijo, y esa fuerza personalizada llega evidentemente a nuestros corazones para despertar nuestro hombre interior, y sacar de nosotros lo mejor que pueda salir de nuestro corazón, de nuestras vidas”.
“Eso es lo que hace el Espíritu Santo, despierta en nosotros los mejores sentimientos que puedan brotar de nuestro corazón, que ciertamente son sentimientos muy semejantes a los de Jesucristo, el Señor. Es por eso que se dice que el Espíritu Santo nos cristifica, ¿por qué? porque nos hace vivir la vida de Cristo”, añadió.
“Y como el mismo San Pablo invita a los cristianos a tener los mismos sentimientos de Cristo, esta misma invitación hoy se les puede dar a ustedes: tengan los mismos sentimientos de Cristo, y no les quepa duda que el Espíritu Santo vendrá a sus corazones para despertar en ustedes, los sentimientos del Señor”, aseveró el Obispo de Osorno.
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