La fiesta del Banquete Eucarístico, donde estuvo presente la directiva del establecimiento; el equipo de trabajadores; voluntarios, las religiosas Terciarias Capuchinas de la Sagrada Familia y residentes, fue presidida por el obispo Carlos Godoy Labraña y concelebrada por el padre Miguel Molina.

En su mensaje el Pastor de la Iglesia osornina, en el contexto de la Anunciación de la Virgen y la Visitación a su prima Santa Isabel, destacó tres características fundamentales en la Santísima Virgen María: primero, el silencio de la Madre del Señor, "Ella usaba el silencio como un recurso para discernir y para ir profundizando en el misterio de Dios, y en lo que Ella iba descubriendo”.

Explicó que “en eso que iba descubriendo, Ella reconoce los tesoros de Dios, aquello que Él quiere regalarle también a la humanidad”.

Segundo, aseguró que “María hace silencio ¿para qué? Para escuchar, y es una escucha que Ella no guarda egoístamente, sino que reconoce y que es capaz de compartir aquello que ha escuchado y va atesorando en lo más profundo de sí, y es por eso que Ella inmediatamente, luego de la visitación del Anel Gabriel, se pone de pie y se va a servir a su prima Isabel”.

“Es que el amor cuando entra de lleno en el corazón no puede sino compartirse, nos rebasa el amor de Dios, y por lo tanto no hay mejor manera de verificar si el amor nos está tomando y tocando el corazón, que compartiéndolo con los demás, especialmente con los que más lo necesitan. Así sucedió con María Santísima”, aseguró el obispo Carlos.

En la tercera característica de la Virgen María, es la alabanza, añadió el obispo Carlos, y dijo:  “Ella, después de la visitación, pronuncia el Magníficat. Esta alabanza, es la alabanza de los agradecidos, de los sencillos, de los pobres que se saben amados y considerados por Dios que no olvida a sus hijos”.

“Démosle gracias al Señor por este día y por la oportunidad que nos ha regalado de celebrar esta eucaristía en el aniversario de nuestro hogar, pidiéndole a Dios que nos bendiga a todos, especialmente a ustedes y que María Santísima nos ampare bajo su manto”, finalizó su homilía.