Los delincuentes ingresaron rompiendo uno de los vidrios, para lo cual destrozaron la ventana y su respectiva protección. Con este motivo hoy, y debido a las labores de reparación que se deben realizar, esta obra de las hermanas Siervas de Jesús de la Caridad, permanecerá cerrado este viernes 13, y reabrirá el próximo lunes 16.

Las religiosas, al igual que el voluntariado del comedor, que cada lunes, miércoles y viernes, ponen su mayor cariño, su mejor esfuerzo para atender alrededor de 75 familias, 180 personas más vulnerables del sector de la V Centenario. La señora Alicia Muñoz, quien es voluntaria evangélica de la Olla Solidaria Santa María Josefa por más de 20 años, dijo que “da mucha pena esta situación porque en esta obra, hay mucho sacrificio de todas, de todos, también de las personas que entregan sus aportes, los alimentos y que suceda esto, es malo, muy malo”.

“Hoy dejaron sin alimento a casi 200 personas, y eso es muy triste, difícil de comprender, tantas personas apoyando a la gente más vulnerables y de pronto, otras se atreven a quitarles el alimento, para muchos el único alimento del día. Es triste, da mucha pena, sin embargo, nos animamos a continuar, y hoy está cerrado, pero el lunes abriremos esta obra”, añadió.

Por su parte la hermana Mariela Pérez Gallegos, religiosa de las Siervas de Jesús de la Caridad, lamentó lo acontecido y dijo “que es una pena que donde se alimentan sobre 180 personas, tres veces a la semana, 75 familias, que vengan dos o tres personas antisociales, y sean capaces de quitarle el pan o el alimento de la boca a gente que viene acá a buscar su sustento”.

“Nosotros ponemos toda la fuerza que podemos tener para canalizar lo que nosotras mismas recibimos, nuestros voluntarios que también están codo a codo trabajando para que esto se haga realidad día a día, para que esto funcione, y así ya llevamos más de veinte años, entonces que vengan un par de personas así, con esta agresividad, y que se sientan con estos poderes de entrar donde ellos creen que pueden entrar y pasar a llevar al resto, es triste”, añadió la religiosa.

Enfatizó que, si bien “nosotras estamos al frente del comedor, pero a las primeras personas que pasan a llevar son las familias que vienen a buscar su comida, se vienen a abastecer su necesidad tan básica como es el alimento. Eso es lo que duele, porque acá se pasa a llevar a niños, adultos mayores, a las familias, a los voluntarios, y también a las personas que con esfuerzo nos apoyan, nuestros colaboradores”.

Finalmente, la hermana Mariela, hizo un llamado a la población que “este comedor les pertenece, ayúdennos a cuidarlo, a proteger. Si acá no aunamos fuerzas, el comedor va a estar siempre en riesgo, va a estar siempre en peligro. Es un lugar emblemático que tiene la Iglesia de Osorno, para poder llegar a tantos hogares. Pongámonos la mano en el corazón y ayudemos a cuidar lo que nos pertenece a todos. Es Dios quien tiene esta obra de misericordia, esta obra solidaria en medio del pueblo. Agradezcámosle, cuidando lo que nos regala”.

“Hoy han venido las familias, las personas, y se han encontrado con esta situación de cierre del comedor y con que no hay comida, varias se han ido llorando, y eso duele, y pedimos a Dios que ya no vuelva a pasar”, finalizó la hermana.