También con la celebración de la Santa misa vivida en familia, dentro del hogar, transmitida por las distintas plataformas digitales y radiales, la comunidad diocesana aclamó al Señor en esta fiesta que inicia la Semana Santa.

Durante la celebración eucarística el Obispo de Osorno, monseñor Jorge Concha Cayuqueo y muchos de los pastores de los distintos templos de la diócesis, bendijeron los ramos desde la lejanía de un aparato comunicacional, y la familia profundamente unida a la oración de nuestra Iglesia parroquial y diocesana recibió dicho signo con toda la fe que especialmente en estas circunstancias adversas, florece con fuerza en cada uno y cada una.

La comunidad parroquial de San Agustín en Puerto Octay armó sus ramos y los puso en las puertas de los cercos de sus casas, por donde pasó el presbítero Walther González, bendiciendo casa por casa dichos ramos, signo que agradecieron grandemente los fieles.

Mensaje del Obispo de Osorno

En su homilía monseñor Jorge Concha Cayuqueo dijo que pese a la distancia a que nos obliga la pandemia por COVID-19, “no puede ser obstáculo para que nos sintamos muy unidos en Jesucristo, con Él y por Él. El Señor se encarga de acercarnos unos a otros a través suyo”.

Enfatizó también en que este “es un tiempo que puede permitirnos justamente valorar mucho más aquello que tantas veces celebramos y que puede parecer algo solo ritual, y no lo aprovechamos bien”. Ahora estamos separados, agregó el pastor de Osorno, “pero podemos pedirle al Señor que, desde lo más profundo de nuestro corazón, desde donde está el santuario de cada uno, Él haga fecunda nuestra comunión con Él y nuestra unión y unidad con los hermanos”.

El Coronavirus es un enorme mal “que aflige a la humanidad y que no es culpa de Dios ciertamente, pero que nos da la oportunidad de reflexionar, de repensar en nuestras relaciones personales, en la sociedad, en las relaciones de la familia. Es una oportunidad para renovar nuestra fe y poner al Señor en el centro de nuestras vidas como nos ha invitado repetidas veces el papa Francisco”, agregó el obispo.

También reflexionó, y dijo que esta realidad que estamos viviendo provocará un cambio en las personas, en el modo de pensar, en el sentir “en la vida de todos nosotros. Si nos acercamos a los valores que son humanos y que nos humanizan, será una buena oportunidad. Nosotros, los cristianos, debemos recordar que el centro de la vida es Cristo, el Señor, y lo proponemos también”.

“Dios es nuestro refugio y nuestra fuerza, poderoso defensor en el peligro. Apoyados en esta certeza, preparémonos para reconstruir una vez más, nuestras vidas. Y demos la oportunidad para que el Hijo de Dios, que ha venido a salvarnos, y no a condenar, nos resucite con Él de nuestras muertes”, señaló el obispo de Osorno, e invitó a vivir con esperanza la Semana Santa que celebraremos de manera distinta este año.