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Finalizaron Misiones Solidarias DUOC sede Villarrica en Puerto Octay

Viernes 10 de Enero, 2025

Con la celebración de la santa misa en la parroquia San Agustín el grupo de jóvenes estudiantes clausuraron esta semana de rica experiencia misionera en Puerto Octay.

En la oportunidad, en que además vivieron la celebración eucarística algunos hermanos y hermanas de la Diócesis de Chillán, el obispo de Osorno, Carlos Godoy Labraña, dio gracias a los jóvenes estudiantes “que destinaron parte de sus vacaciones para compartir con algunas personas de Puerto Octay, imagino que para ustedes habrá sido una experiencia muy bonita”.

Invitó también a quienes quisieran compartir el testimonio de su experiencia, y Emilie Haristey, dijo que “fue una experiencia súper buena. Tuvimos un muy buen equipo, logramos trabajar todo lo que nos propusimos, todos los proyectos: el del colegio, los chicos de mecánica, los misioneros que fueron casa en casa también y otras actividades que se hicieron como los juegos para niños”.

“Yo siento que en general, todos lo pasamos bien, ayudamos al sector de aquí del Puerto Octay, Para mí, por lo menos fue muy bonita la experiencia de haber compartido con ustedes esta semanita. Agradecerles por su buena disposición, el compañerismo, el compromiso y lograr que este proyecto, y lo que nos propusimos, haya sido posible”, agregó.

Por su parte, Felipe Tralma dijo que “fue una etapa de enriquecimiento para todos. Fue demasiado hermoso”. También compartió una anécdota vivida con el grupo, y destacó el compañerismo que mostraron sus iguales con él, “en un momento en que yo tenía un problema súper grave para mí, y eso me pareció super bonito y agradable. Nunca había vivido un compañerismo tan grato”, y dio las gracias a la asamblea “por escuchar”.

Por su parte el obispo Carlos, en su homilía dijo que seguramente son muchas más “las anécdotas que se llevan ustedes y van a atesorar el recuerdo de esta experiencia que probablemente los vaya a marcar a ustedes de por vida, porque son estas las experiencias que nos van marcando, primero como personas y también como cristianos, y qué mejor que hacerlo de la mano del Señor”.

Señaló que es por eso que “concluimos estas acciones solidarias con esta celebración eucarística y donde nos hemos dejado iluminar con la Palabra de Dios”, y explicó que al igual que Jesús, al sentirse tentado por el poder, y el aplauso después de la multiplicación de los panes, donde comieron más de cinco mil hombres, y Él se retiró para estar en oración a solas con su Padre, también “nosotros podemos vivir momentos así en nuestras vidas”.

“La misión, este momento en sus vidas, y probablemente el contacto con la gente, el contacto con la gente que sufre, o a lo mejor que no lo está pasando bien, que está experimentando algún dolor y que, particularmente a ustedes les golpeó el corazón, tendría que llevarlos a discernir ¿Qué es lo que Dios les está queriendo decir a través de esas situaciones que ustedes vieron y que compartieron?”, agregó.

Aseveró que “es bien importante preguntárselo, tal como Jesús se lo preguntó en la montaña y se replanteó su vida. Ustedes frente a estas experiencias tan complejas y que normalmente golpean en el corazón se pueden replantear la vida y preguntarse por qué yo no puedo ser como Jesús, por qué yo no puedo ser un santo, por qué yo no le puedo entregar mi vida al Señor y regalarle mi corazón y mi existencia para construir el Reino y para construir un mundo nuevo”.

“Esas son las preguntas que valen la pena hacerse. No da lo mismo preguntarse eso en la vida porque cuando un joven se cuestiona esto, le ofrece a su vida mayor sentido, mayor significación, y creo que son estos los momentos que nos ayudan a darle más sentido a nuestra existencia y hacerlo de la mano del Señor”, añadió el Obispo de Osorno.

Señaló además, de acuerdo con el texto en que los discípulos debieron navegar solo en el mar tempestuoso, sin Jesús, ellos finalmente comprendieron “que sin Jesús hay desorientación, que sin el Señor andan perdidos, y les entra el miedo, el susto, no hay claridad para comprender las cosas y para discernir lo que el Señor está queriendo de nosotros, pero dice el texto que bastó que Jesús subiera a la barca para que se calmara el viento, y amainara la tempestad”.

“La orientación se da de inmediato cuando Jesús entra en la barca de tu vida, y te regala más sentido a tu existencia. Muchas gracias chiquillos por la misión que ustedes brindaron en Puerto Octay, Dios les pague”, finalizó su homilía el Pastor de la Iglesia osornina.

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