Por espacio de dos meses y medio, cada quince días, las distintas comunidades parroquiales de la Diócesis de Osorno han podido apoyar la despensa de aquellas familias que más han sufrido las consecuencias de esta crisis sanitaria, social y económica que inició el 3 de marzo de este año en Chile, y la cual impactó en los distintos ámbitos de la sociedad, especialmente en los hogares menos afortunados.

En esta oportunidad se entregaron 70 cajas de alimentos no perecibles que fueron los remanentes de esta hermosa campaña de solidaridad que impulsó la Iglesia diocesana el 17 de abril pasado, cuya respuesta no se hizo esperar por los fieles y los hombres y mujeres de buena voluntad que la hicieron posible con gran generosidad, y otras 150, que donó Fundación Isabel Aninat Echazarreta, la cual duplicó el número de canastas entregadas desde la tercera jornada de distribución.

Recordemos que el objetivo original de la Iglesia de Osorno fue llevar mercadería a 110 familias más vulnerables de nuestra provincia; matrimonios de adultos mayores solos, sin redes familiares y aquellos hogares con jefes y jefas de hogar que hayan perdido su trabajo como consecuencia de la pandemia, sin embargo, este apoyo providencial dobló la cantidad de hogares que recibieron este beneficio en el último mes y medio.

Hasta ahora, la Diócesis de Osorno entregó 510 cajas con alimentos, al mismo número de familias más vulnerables y golpeadas por esta realidad de hoy, y dicha fundación 370, por lo que 880 hogares se han visto beneficiados con este gesto solidario de tantas personas que lo hicieron posible. 

Respecto de los detalles de los fondos recaudados y los costos realizados en la campaña “Yo te Abrazo con el Corazón”, serán debidamente entregados e informados a la comunidad a la brevedad posible, mientras tanto, en nombre de todas estas familias que recibieron un aporte significativo en sus despensas en este tiempo más complicado de invierno y de esta crisis que vivimos, agradecemos la disposición y la generosidad de ayudar y apoyar al hermano, a la hermana que más necesita.

También damos gracias a las religiosas Siervas de Jesús de la Caridad quienes dispusieron las condiciones necesarias para llevar a cabo esta iniciativa, y junto a los Jóvenes Sin Fronteras y un equipo de voluntarios donaron tiempo y trabajo generoso, dedicado y alegre en cada una de estas jornadas solidarias, en que los alimentos fueron retirados por los delegados parroquiales, diáconos y párrocos, para hacer llegar dicha donación a los hermanos y hermanas de la provincia.