Acompañado de su familia más directa, tres sacerdotes, dos diáconos, una religiosa, un par de amigos, además del pueblo fiel que unido en espíritu de oración siguió la Fiesta del Banquete, a través de la señal Online y la plataforma Facebook, Patricio Eduardo Sánchez Sánchez recibió su Ministerio Diaconal de mano del Obispo Jorge Concha Cayuqueo.

Durante la celebración, en la que se dio gracias a Dios por la vida y la vocación del ahora diácono de la Diócesis de Osorno, en esta etapa que es el paso previo a la Consagración Sacerdotal, asumirá su servicio en el altar y a sus hermanos y hermanas, desde su misión en la comunidad parroquial San Mateo Apóstol y en su asesoría en la Pastoral Juvenil.

Profesión de la Fe

De manera previa a la Eucaristía, cerca de las 18.30 horas, el entonces seminarista Patricio Sánchez, confesó su fe de manera pública, en la sacristía del Templo Mayor, ante el Obispo de la Diócesis de Osorno, monseñor Jorge Concha Cayuqueo y los sacerdotes, diáconos y acólitos presentes.

"Yo, Patricio Eduardo Sánchez Sánchez creo con fe firme y profeso todas y cada una de aquellas cosas que se contienen en el Símbolo de la Fe a saber: creo en un solo Dios, Padre todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra, de todo lo visible y lo invisible”, leyó el candidato al diaconado.

Continuó: “Creo en un solo Señor: Jesucristo, Hijo único de Dios, nacido del Padre antes de todos los siglos, Dios de Dios, Luz de luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado no creado, de la misma naturaleza del Padre, por quien todo fue hecho, que por nosotros los hombres y por nuestra salvación bajó del cielo, y por obra del Espíritu Santo se encarnó en María la Virgen y se hizo hombre y por nuestra causa fue crucificado en tiempo de Poncio Pilatos, padeció y fue sepultado y resucitó al tercer día según las escrituras, y subió al cielo y está sentado a la derecha del Padre y de nuevo vendrá en gloria a juzgar a vivos y muertos, y su reino no tendrá fin".

También profesó: "creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que procede del Padre y del Hijo, que como el Padre y el Hijo recibe la misma Adoración y Gloria, y que habló con los profetas. Creo en la Iglesia que es una, santa, católica y apostólica. Confieso que hay un solo bautismo para el perdón de los pecados. Espero la resurrección de los muertos y la vida del mundo futuro, amén".

“Creo también con fe firme, todo aquello que se contiene en la Palabra de Dios, escrita o conservada en la tradición y que es propuesto por la Iglesia para ser creído como divinamente revelado, sea que lo proponga como juicio solemne, sea que lo enseñe con su magisterio ordinario y auténtico”, agregó la profesión de fe en su lectura.

“Acepto también firmemente y mantengo todas aquellas cosas, y cada una de ellas, que son propuestas por la Iglesia en forma definitiva acerca de la Doctrina de la Fe y de las costumbres. Adhiero, además, con sumisión religiosa, de la voluntad y de la inteligencia, aquellas doctrinas que anuncian tanto el Romano Pontífice como el Colegio de los Obispos, cuando ejerciten el Magisterio Auténtico, aunque no tengan intensión de proclamarlas con un alto definitivo. Así Dios me ayude y estos Santos Evangelios que toco con mis manos”.

Presentación y Promesas del Elegido

Iniciada con gran solemnidad la Santa Misa, el padre René Pesenti, párroco de la parroquia Nuestra Señora de la Candelaria de San Pablo, llamó al electo diácono: "Acérquese el que va a ser ordenado diácono", a lo que Patricio Sánchez respondió: "presente".

Inmediatamente después, el presbítero Cristian Cárdenas Aguilar, Vicario Pastoral de la Diócesis de Osorno y párroco de la Catedral San Mateo Apóstol, presentó al candidato, al Obispo Jorge y a la Asamblea, y pidió la ordenación diaconal:  "Reverendísimo Padre, la santa Madre Iglesia pide que ordenes diácono a este hermano nuestro".

El obispo Jorge Concha Cayuqueo preguntó "¿Sabes si es digno?". "Según el parecer de quienes lo presentan, y después de consultar al pueblo cristiano, doy testimonio de que ha sido considerado digno", respondió el Vicario.

"Con el auxilio de Dios y de Jesucristo, nuestro Salvador, elegimos a este hermano nuestro para el Orden de los Diáconos", señaló monseñor, y se dirigió al candidato instándolo a ser fiel a su vocación, a servir y cubrir las necesidades de su diócesis, pese a sus dificultades, lo que es posible únicamente con una profunda y constante oración.

Después de la promesa de guardar perpetuamente el celibato, de haber hecho pública su intención de servir al Señor en el Ministerio del Diaconado, el seminarista, de rodillas, prometió obediencia y respeto al Obispo de la Diócesis de Osorno, Jorge Concha Cayuqueo y a sus sucesores; “Dios que comenzó en ti esta obra buena, Él mismo la lleve a buen término”, dijo monseñor.

Posteriormente el Pastor de Osorno invitó a la asamblea a invocar el auxilio y la gracia de Dios por Patricio Sánchez, y en silencio orante todos los presentes y la asamblea a través de las plataformas digitales, acompañada del coro, invocó la intercesión de los santos, y al finalizar, el obispo oró; "Señor y Dios nuestro, escucha nuestras súplicas y confirma con tu gracia este ministerio que realizamos, y bendice a quien elegimos para tu servicio, por Jesucristo Nuestro Señor”.

Signo de la Imposición de las Manos

Inmediatamente después de la imposición de las manos, con que el obispo confirió el orden diaconal, el nuevo diácono fue revestido con los ornamentos propios de su ordenación: La estola y la dalmática, signos manifiestos de su consagración al servicio del altar y al de los hermanos y hermanas.

Monseñor Jorge Concha Cayuqueo además le entregó el Santo Evangelio: "Hermano Patricio recibe el Evangelio de Cristo del cual has sido constituido mensajero; ten presente que debes creer la Palabra de Dios que proclamas, y hacer ella norma de tu vida", e inmediatamente el nuevo diácono fue presentado a la asamblea, la cual aplaudió con alegría con gran alegría.

Finalmente, el recién ordenado en dicho ministerio agradeció a todas las personas que hicieron posible su caminar misionero y cristiano, a su madre, a su hermana, y el apoyo constante de tantos hermanos en la fe. También a la Virgen por su protección y amparo.