Con profundo silencio y en actitud de adoración, la asamblea presente recibió a Jesús en la Hostia Consagrada para vivir este momento de encuentro comunitario y personal con el Dios del amor, de la Vida, de la Misericordia, que también acompaña y escucha la plegaria de su Pueblo.

Así, en este espacio de recogimiento y contemplación, los cristianos católicos llenaron el templo dedicado a San Francisco, y cantaron su oración por sus necesidades propias y por el caminar de nuestra diócesis, guiados por el sacerdote jesuita, Cristóbal Fones, quien invitó a vivir este momento de oración profunda a través de los cantos.

“Si creemos en Cristo, es porque creemos en la vida, que somos hombres y mujeres atravesados por el amor que triunfa sobre la muerte y que nos invita cada mañana a escoger vivir en plenitud y de manera más humana”, dijo el padre al iniciar este momento de encuentro con nosotros mismos, con los hermanos y con el Señor.

Así, el sacerdote Jesuita guió este momento de la Oración Cantada, con una reflexión entre un canto y otro, donde la asamblea también participó y acompaño con la letra de cada canción, siempre en actitud de recogimiento, de quietud y de silencio orante.

En la oportunidad, el Administrador Apostólico de Osorno, Obispo Jorge Concha Cayuqueo dio la bienvenida a los presentes, y agradeció al Padre Cristóbal Fones por poner nuevamente al servicio de la comunidad estos “hermosos dones humanos, que siempre incitan a la unidad y al servicio de Dios. Nos invita a todos a que nuestro espíritu se mueva, y en ese movimiento podamos encontrarnos también con lo mejor de cada uno de nosotros y con el Señor”.

También le dio las gracias “por estar aquí de nuevo contribuyendo a la vida espiritual de nuestra diócesis y de nuestra ciudad”, añadió y destacó la presencia de estos “hermanos y hermanas que también expresan esta sensibilidad a través de la música y el canto, en la oración por nuestra Iglesia diocesana”.