La abogada, Marcela de la Barra, en conversación con el padre Pedro Kliegel, abordaron los dos últimos capítulos de dicho texto: “Diálogo y Amistad social” y “Los Camino del Reencuentro”, donde nuevamente el sacerdote diocesano, expresó sentirse ilusionado con la lectura de Fratelli Tutti, ya que “mientras más uno se mete, tanto más uno ama las palabras que pronuncia aquí el Santo Padre, porque él habla desde una inmensa sabiduría”.

La semana pasada terminamos seguros de que el Papa Francisco “nos invita a una tremenda tolerancia, la cual no es posible sin un buen diálogo”, compartió el padre, y expresó que todo esto en el mundo eclesial cuesta llevarlo a cabo, pero mucho más cuesta en el mundo político y social “porque no hay una escucha mutua”. El Papa lo dice claramente, y es el sistema del diálogo, “que uno debe escucharse, acercarse al otro, incluso mirarse para conocer la opinión del otro y para lograr entender lo que hay en aquél que está frente a mí”.

También explicó que en esta encíclica el Papa “habla de un poliedro que nos representa, las diferentes visiones, pero que es un solo conjunto de un conjunto Y para lograr esto nosotros debemos tener una cultura del encuentro, donde hay ganas de convivencia, donde hay un estilo de vida que nos guía y donde se integran los diferentes”.

Por otra parte, explicó que el Santo Padre, además se refiere a una “arquitectura de la paz, que hacen los grandes y una artesanía de la paz que hace la familia, la persona, los pequeños grupos, entonces él ocupa dos conceptos: Arquitectura de la paz y la Artesanía de la paz”, y dijo que el Papa Francisco asegura que para que haya una amistad social, debe haber una base, “la justicia y la misericordia”.

En el capítulo “Los caminos del Reencuentro”, el Santo padre habla con mucha claridad de que “la reconciliación es una cosa personal, y un acto de generosidad, que no puede ser impuesta, pero por ningún motivo se debe olvidar, y cuando uno está dispuesto a perdonar desde el interior, es posible una paz social, sin abandonar la verdad”.

El padre Pedro Kliegel, reiteró la invitación a los fieles para que lean Fratelli Tutti, “son textos fáciles de leer y que uno mismo se edifique”, y dijo que “el equilibrio de la vida que nos ofrece Francisco es algo maravilloso porque quiere que el mundo se equilibre”.