Como un hombre que dedicó toda su vida a los demás, presentó el sacerdote diocesano al padre Vicente, y dijo: “creo que es justo utilizar una frase que usó el Santo Padre en la última encíclica Fratelli Tutti; el poeta social, es la persona que trabaja, que propone, que promueve, que libera a su modo”. Inmediatamente añadió: “queremos hablar un poco, viendo el testimonio de tu vida, frente a todo lo que ha sucedido en los casi 45 años de tu presencia en Osorno”.

En la oportunidad instó también al invitado para que pudiera compartir respecto de su vida familiar, cómo nació su vocación, y su experiencia en la Iglesia osornina desde su llegada a Chile en 1976. El padre Vicente respondió con sencillez cada pregunta y recordó parte de los 16 años de trabajo pastoral en la parroquia Sagrado Corazón, mismo tiempo que fue párroco de María Reina de los Mártires, y después fue enviado a la parroquia El Buen Pastor en el sector de Ovejería.

También compartió su experiencia en la Pastoral Juvenil y en la Pastoral Vocacional que le encargó el Obispo Francisco Valdés, además de la gran labor que ambos consagrados realizaron en favor de los jóvenes campesinos a través de la Aldea San Alberto Magno, y el legado de enseñanza que dejó en la población San Maximiliano Kolbe, y en El Buen Pastor.

En esta cápsula semanal, realizada desde la dimensión del bautizado: “El pozo del discipulado y la misión”, el padre Vicente hizo memoria de los 10 “libritos” de oración, de catequesis, de cantos y de chistes, con lo que motivó a los fieles para reunir fondos y llevar a cabo el trabajo pastoral. Finalmente, el invitado a esta cápsula pidió un minuto para contar un chiste, lo que produjo un momento de risas en el espacio formativo.