Al iniciar la celebración eucarística, el sacerdote diocesano entregó el saludo y los mejores deseos del Obispo Jorge Concha Cayuqueo, quien no pudo asistir por encontrarse fuera de la ciudad debido a asuntos médicos, y dijo que “es una alegría para la comunidad, y para todos, la construcción de este templo”, y agradeció a la empresa Salmones Austral, en la persona de don Andrés Sepúlveda Cid, Gerente de Aguas Dulces, por su gestión para la concreción de dicha obra.
Inmediatamente después, junto al presbítero Walther González, quien concelebró la Santa Misa y el diácono Hugo Jaramillo, el Vicario Pastoral asperjó agua bendita a su paso hasta el Altar, mientras la asamblea presente expresó su alegría con el canto y el silencio orante del momento.
Después de la Liturgia de la Palabra, el padre Cristian, en su homilía dijo que “el ser humano desde antiguo hace alianza con Dios porque busca su origen y hacer caminos donde pueda descubrir el sentido de la vida, y Dios nos da sentido a nuestra vida y esa fuerza para enfrentar dificultades. Estamos en medio de una pandemia, pero estamos aquí también dando gracias al Señor porque ha sido posible este lugar y este espacio de oración y de encuentro con Él, y entre nosotros”.
Señaló que en este lugar hermoso y en medio de todo “está por excelencia la presencia del Padre, por eso en la primera lectura dice que es la casa de Dios, pero también es la puerta del cielo (Gn, 28, 17). Cómo poder entonces nosotros, al cruzar esa puerta cuando entremos en este lugar, descubrir que estamos entrando aquí, a una habitación del Señor. Ese también es el propósito cuando el hombre ha ido construyendo por distintos lugares, una capilla”.
Por eso, aseguró el padre, “don Andrés, su empresa deja una gran obra, con arquitectura y todo, pero, sobre todo, deja la presencia de Dios, donde los vecinos del sector tengan la oportunidad de comunicarse con Él y eso se agradece eternamente. Ahora, también invitar a los fieles del sector a que hagan uso de este espacio, en este tiempo, cumpliendo con las medidas sanitarias que exige la autoridad, hacer una visita. Así como se abrió este templo hoy, también se abra para hacer una oración personal, una oración familiar, para disposición de la comunidad”.
.“Esta alegría que tenemos hoy debemos transmitirla en toda nuestra vida. Aquí estamos celebrando la entrega de una obra, inaugurando esta capilla en honor a Nuestra Señora del Tránsito, y celebrando la presencia del Señor, y en esta alabanza, con esa disposición de nuestro corazón, vamos formando nexos, vamos formando comunidad. Tiene que haber una disposición personal, Dios nos ama a todos, pero Él también necesita de todos nosotros para manifestar la unidad que Él es, y esta cercanía que quiere tener con nosotros”.
En la oportunidad, donde además estuvo presente la alcaldesa de Puerto Octay, María Elena Ojeda, el Gerente de Agua Dulce Andrés Sepúlveda Cid, dijo que “para nosotros como Salmones Austral, es un tremendo orgullo poder participar en esta obra” y aseguró que, al hacerse cargo de Agua Dulce en dicha empresa, hace siete años, la solicitud de la comunidad “era precisamente esta capilla, este punto de encuentro de la familia, y para nosotros es una satisfacción enorme poder cumplir este sueño”.
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