Con la alegría propia de reunirse en comunidad llegaron los hermanos y hermanas, laicos y consagrados, representantes de distintas parroquias, movimientos, grupos y áreas pastorales hasta la sala de la Plataforma Zoom para compartir dicha experiencia junto al padre Graziano Beltrán, Misionero del Verbo Divino quien animó a la asamblea a meditar respecto de los desafíos de la fe, don tan preciado de los cristianos y que necesita cuidarse.

Durante su presentación el religioso también aseguró desde la experiencia humana de ser una Iglesia herida que carga “un tesoro en vaso de barro (2ª Cor. 4, 6-7)”. También animó a mirar la parte positiva de las dificultades, y llamó a los cristianos a ser la “fragancia de Cristo (2ª Cor. 2, 15)”, y resaltó la importancia de estar cerca de la gente, además de destacar la presencia de las mujeres con su trabajo y servicio en el quehacer de la Iglesia.

Después de la presentación que realizó el padre Graziano, el Vicario Pastoral diocesano, Presbítero Cristian Cárdenas, invitó a los fieles a trabajar en equipo para compartir respecto de tres preguntas: 1. Relatar ¿cómo yo empecé a involucrarme en la pastoral directa?, 2. Enfocar el núcleo de lo que yo quisiera testimoniar y transmitir, 3. Desde el área Pastoral ¿qué desafíos veo para el año 2021 en la acción que tenemos en la Iglesia?

Durante el plenario los equipos coincidieron en varios aspectos, entre ellos: es en la Iglesia doméstica, en la familia donde se logra el encuentro y la experiencia con Cristo, y desde ahí se descubre la Iglesia de la comunidad; los detalles, las atenciones que los creyentes tengan con el prójimo, permiten ser mejores cristianos; la importancia de vivir la fe en la comunidad y los medios de comunicación, de manera especial en este tiempo los digitales han sido un gran apoyo para el encuentro entre los hermanos y hermanas.

Por otra parte, durante la asamblea el obispo Jorge Concha Cayuqueo, resaltó el 39 aniversario de la Pascua de monseñor Francisco Valdés, cuya figura es muy significativa para la Diócesis de Osorno, no sólo porque fue el primer obispo, sino porque le dio impulso y “marcó la vida de la Iglesia diocesana. En muchos de ustedes su recuerdo está muy presente, el afecto y el reconocimiento a las virtudes con que él vivía su fe. Por esto, el 4 de enero es una fecha importante para nosotros”.

Como “ustedes bien saben, éste es un tiempo muy diferente a los demás, y nosotros somos expresión de lo que ha hecho siempre la humanidad: enfrentar los desafíos y adaptarse (…) Como ciudadanos del mundo, de nuestro país, como cristianos, como creyentes y seguidores del Señor, también nos sentimos movidos a que la vida continúa en nosotros y con nosotros, y siendo aquello que el Señor quiere que seamos también para los demás, por eso estar siempre alimentándonos de Jesucristo el Señor, es vital”.

El obispo Jorge además destacó que tal como el 2020 fue un año especial debido a la pandemia, también este 2021 lo es para Chile que está viviendo un proceso muy importante y, seguramente marcará un antes y un después en su historia “y nosotros tampoco podemos estar ausentes, ajenos por nuestro país como Iglesia”.

Además, resaltó que el Papa Francisco llamó a los fieles católicos a tener a San José como un ícono que acompañe el caminar de la Iglesia durante este año, y que la Encíclica Fratelli Tutti sigue haciéndose presente y dándose a conocer, y en la cual somos invitados a dos cosas importantes:  “una que nos recuerda que todos somos hermanos y hermanas, y nos necesitamos, y lo otro, es que esta fraternidad tiene que manifestarse en una amistad cívica, y para el progreso de los pueblos, para el crecimiento humano, para el crecimiento cristiano de los valores del Evangelio, nosotros tenemos que cooperar también”.

Para finalizar este primer encuentro del 2021, la asamblea se unió de manera remota en torno al Banquete Eucarístico, que fue presidido por monseñor Jorge Concha Cayuqueo en la Catedral San Mateo, donde con el aforo permitido, el Pastor resaltó la figura del primer obispo de la Diócesis de Osorno, y pidió al Señor de la Vida por su Causa, para que el Venerable Siervo de Dios prontamente alcance los altares de la Canonización.